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jueves, 28 marzo, 2024
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Escuelas Normales buscan implementar formato que involucre la investigación

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Docentes de este sistema se han convertido en historiadores

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Belinda Arteaga Castillo, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), afirmó que las escuelas Normales y la formación de maestros, a través de la historia de México, han sido fundamentales en el acompañamiento de los proyectos políticos de los diversos regímenes.

En ese sentido, manifestó que en la actualidad la educación Normal se ha modificado a tal grado de que ahora se busca implementar un modelo academicista en el que los profesores deben incursionar en la investigación.

En el periodo posrevolucionario, por el contrario, dijo que la formación de docentes se reconstruyó en función de la nueva agenda nacional, sacrificando con ello el ámbito académico e instaurando una formación expedita y una doctrina de justicia social y apego a los sectores sociales marginados.

Antes de la Revolución Mexicana, el maestro que estudiaba en la Normal debía terminar antes la primaria superior cuya duración era de seis años, y después suscribían varios exámenes teóricos y prácticos antes de dar clases, según explicó Arteaga Castillo.

En la época revolucionaria cambiaron los requisitos y se les pedía terminar la primaria superior y después hacer una carrera de dos años, lo que produjo que hubiera niños de 14 o 15 años con título de maestro.

Para ingresar a las Normales en el periodo posrevolucionario “se les pedía e un certificado de pobreza y una carta de pureza ideológica, mediante la cual el aspirante estaba de acuerdo con la ideología de la Revolución”.

La investigadora comentó que la historia de la formación de los maestros en las escuelas Normales fue escrita, en principio, por personajes que no eran historiadores y muchos de ellos solamente habían sido testigos de diversos procesos.

Sin embargo, Arteaga Castillo indicó que a partir de la década de los 40 del siglo pasado la historia de la educación empezó a ser trabajada por historiadores profesionales y en la actualidad los maestros de las escuelas Normales se han convertido en historiadores y además de ser formadores de docentes, muchos han cursado posgrados en Historia.

Esa participación de los profesores normalistas en la escritura de la historia de la formación docente “no había sucedido en ningún otro momento, porque hubo un periodo en que sólo eran académicos de la UNAM y otras instituciones”. Desde su punto de vista, esa situación es importante porque desmiente el supuesto de que en las Normales no se puede hacer investigación.

Respecto a la formación docente actual, concluyó que “una reforma curricular no basta por sí misma, no es la panacea, porque si no cambian las condiciones institucionales, todo queda en el vacío”.

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