México, DF. El diputado panista César González Madruga propuso a la Asamblea Legislativa del DF una ley para «promover la salud emocional», más allá de la atención a los trastornos de tipo mental.
La «salud emocional» indicó, «se refiere al tratamiento de problemas cotidianos, como es el estrés y la depresión, entre otros», a diferencia de la salud mental que incluye la atención de enfermedades como la esquizofrenia, que son atendidas en los centros psiquiátricos con tratamiento especial.
«Por ejemplo, hoy si una persona quisiera atenderse por depresión o miedo, va a encontrar medicamentos agresivos como el ritalín, diazepam, prozac, que lo único que hacen es adormecer la conciencia, pero no resuelven el problema de fondo.
Lo que planteamos (en esta ley) es que el médico y el propio paciente puedan contar con la libertad de decidir qué tipo de terapia quiere tener, y en esto se van incluyendo terapias complementarias como el yoga, la meditación, la risoterapia, el reiki, etc., que eso nos permitiría sanar emocionalmente, y que al sanar nuestras emociones podríamos mejorar como sociedad”, dijo.
Para Madruga, la Ley de Salud Emocional «no es un idealismo en el tema de la salud pública, sino de buscar alternativas que eviten la medicación excesiva, pues no todos los problemas emocionales se deben resolver con medicamentos».
Empero, la iniciativa panista despierta suspicacias entre algunos capitalinos. Interrogados acerca de ella, algunos médicos que salían del Hospital General señalaron que «Quizas el PAN nos quiere «madrugar» con la promoción de prácticas religiosas. Dadas las tendencias de ese partido, esa propuesta podría ser un pretexto para propiciar la participación de algunas iglesias, en particular la católica, en el sector salud, o bien puede ser un primer paso para alegar, como hace el clero y los grupos conservadores en su propaganda, que el aborto y la homosexualidad crean problemas emocionales.».
«Desde luego, los panistas no siempre exponen abiertamente sus ideas, y quizás en lugar de decir que quieren legitimar los rezos y las misas como «terapias complementarias», citan el ejemplo del yoga y del reiki, pero generalmente las iniciativas panistas van en ese sentido»
