México, DF. La mañana de hoy, afuera de la casa del escritor Gabriel García Márquez, se observaba poco movimiento en contraste con la conmoción que causó ayer entre los medios de comunicación el regreso del Premio Nobel de Literatura 1982 a su domicilio, luego de permanecer casi nueve días internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, debido a ‘‘un cuadro de deshidratación, infección pulmonar y de vías urinarias”, como se informó en su momento.
El único movimiento visible desde la calle fue de tipo interno. Es decir, el arribo a las 10:30 horas de su asistente Mónica Alonso, quien estacionó su automóvil sobre la banqueta y, celular en mano, apuró el paso para entrar a la casa.
Media hora después llegó otro asistente, Genovevo Quiroz, quien entró conduciendo un vehículo por una de las cuatro cocheras del inmueble.
Aunque se percató de la presencia de media docena de periodistas que aguardaban afuera de la residencia de Gabo, su colaborador no mostró ningún deseo de acercamiento.
A Quiroz se volvió a ver varias veces, cuando abrían y cerraban ventanas y, al salir de nuevo, regresar y volverse a ir.
