■ “Hay resistencia a un examen porque hay errores metodológicos”: Rentería Castro
■ “La propia institución debe autoanalizarse y luego impulsar su transformación”, asevera
Enrique Rentería Castro, representante en México de la Red del Plan de Escuelas Asociadas a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), impartió una conferencia a alumnos de la Benemérita Escuela Normal Manuel Ávila Camacho en la que cuestionó la evaluación a la que serán sujetos los profesores de nivel básico.
“Hay resistencia a la evaluación porque hay errores metodológicos que he cuestionado, ya que citar a un profesor a un auditorio y darle una hoja con 110 preguntas para que resuelva y así calificarlo, en realidad no es una evaluación docente. La evaluación del maestro se hace día a día, observando su clase, su trabajo, lo que opina”, indicó.
Asimismo, señaló que las autoridades externas no son las que tienen que obligar a evaluar a un maestro, sino la propia institución que debe autoevaluarse y a partir de ello impulsar su propia transformación.
Por otra parte, Rentería Castro comentó que en el transcurso de los niveles educativos, los niños le quitan la autoridad al maestro al pedirle calificar los exámenes o tomar lista, por ejemplo. En consecuencia, el docente pierde la capacidad para realizar trabajo interactivo con sus alumnos.
También manifestó que, de acuerdo a investigaciones que realizó en la Universidad Nacional Autónoma de México, hay muchos aspectos didácticos que omiten los maestros, lo que se debe a la falta de planeación de sus actividades escolares con los alumnos.
“Los maestros generan un trabajo de docencia. Todo el colectivo debe trabajar en el plan, en el programa, en los resultados, en la planeación anual, pero obviamente eso no se da por lo regular”, agregó.
A fin de atender todos esos aspectos, informó que la Red PEA Unesco realiza diversas actividades no solo para fomentar la cultura de paz en los planteles escolares, sino también gestionar recursos en el Banco Mundial o en otros organismos con el objetivo de financiar la educación.
Rentería Castro expuso que esos organismos “dictan las políticas y dan los presupuestos a los países para hacer lo que quieran bajo ciertas medidas. Ahí viene un tama muy delicado porque ha habido momentos en que se ha negado todo gasto a la educación superior en América Latina, con el argumento que los profesionistas trabajan de taxistas o mensajeros en una oficina. Por eso ahora los recursos se invierten en educación tecnológica”.
Al respecto, dijo que la Unesco se defendió la libertad para que se promovieran programas académicos no tecnológicos, puesto que todo individuo tiene la libertad de cursar estudios de Arquitectura o Filosofía o Música, porque el país le corresponde buscar una estrategia de desarrollo para esas profesiones, sin limitar la libertad de los jóvenes para elegir lo que quieren ser.
