Saltillo, Coah., “Ahorita nada más tengo cuatro (cadáveres) que todavía están en el Semefo como n/n, esperando que se cumpla el tiempo para poderlos inhumar, nada más. Antes, a veces no cabían”, dijo el médico militar Felipe de Jesús Cobos Aviles, a manera de explicar la reducción de la violencia en Coahuila.
“Sí, va disminuyendo. En la medida que disminuyeron 40 por ciento las necropsias, es un parámetro bastante claro. De 2012 bajó y 2013 bajó más y ahorita esa tendencia continua. Creo que la cantidad de cadáveres se traduce mucho en la cantidad de la violencia. Es otra manera de medir la disminución de la violencia”.
Cobos tiene el grado de teniente coronel y es médico cirujano, con especialidad en cirugía plástica de la Escuela Médico Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional. Llegó a la dirección de Servicios Periciales de Coahuila en 2012, cuando las balaceras en ciudades como Torreón y Saltillo dejaban muertos prácticamente a diario.
Ese año fue el peor en la etapa reciente de violencia en Coahuila. Las manifestaciones del crimen organizado estaban al tope y las autoridades estatales y federales dieron registro de tres mil 22 homicidios, la mayoría en Torreón, con mil 388, y en Saltillo, con 462, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Dos años atrás ocurrieron las masacres en bares de Torreón: diez muertos y 15 heridos en un ataque a balazos en el Ferrie, el primero de febrero de 2010; ocho muertos y 18 heridos en Las Juanas, el 18 de mayo; 18 muertos y 17 heridos en la quinta Italia Inn donde había una fiesta privada.
El 2011 también fue difícil para Coahuila en materia de seguridad pública. Hubo 949 homicidios, 522 de ellos en Torreón, pero a partir de 2013, cuando se registraron 948 homicidios en el estado, la violencia se mantiene a la baja. Ahora los tiroteos en plena calle son esporádicos.
Cobos aseguró que el número de cadáveres y de necropsias se redujo y eso indica el nuevo tamaño de la violencia en el estado.
“Bajó muchísimo, por ejemplo en Torreón bajó muchísimo el volumen, bajó bastante, más de 40 por ciento de lo que había en 2012 bajó para 2013 y eso nos favorece mucho, porque estábamos haciendo necropsias en el Hospital Universitario y a veces era gran cantidad de cuerpos o cuerpos putrefactos y obvio el Hospital empezó a protestar”.
