México, DF. Un 5 por ciento de unas 3 mil panaderías formales se han visto obligadas a cerrar pero sobre todo darse de baja como negocios establecidos y trabajar en la «ilegalidad», como consecuencia de la aplicación del 8 por ciento del impuesto especial para la producción y servicios (IEPS) para el pan dulce que comenzó a aplicarse este año como parte de la reforma fiscal.
«Empezamos a tener cierres pero lo más preocupante no son los cierres, sino que hemos detectado en muchas panaderías, sobre todo del interior de la República que están optando por darse de baja y seguir trabajando, o sea irse a la ilegalidad. Ese es un grave riesgo tanto de salud como para el sector porque al final estamos viendo distorsiones de mercado muy fuerte porque no hay ningún control sobre el pan ilegal en las calles no paga ningún impuesto. Además no es lo más higiénico y genera un problema de salud», aseveró Erick Navarrete Aguilar, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa).
A lo anterior, se suma el incremento de los insumos que enfrentan los panaderos para producir, así como una agresiva competencia que enfrentan las panaderías tradicionales por parte de las cadenas de supermercados ya que refirió que, por ejemplo, la empresa Chedrahui lanzó una promoción para vender el pan dulce a 3 pesos y el bolillo a menos de un peso como un gancho para atraer clientes a sus sucursales, dada la caída en las ventas que en general ha registrado el sector comercio en el primer bimestre de 2014.
Esos precios de Chedrahui, agregó, están a la mitad o menos del promedio en que se vende el pan en el sector. También el calor afecta al sector panadero porque las ventas pueden bajar hasta 20 por ciento, así que lo único que nos ayudaría,dijo, «sería eliminar el IEPS y que empezara a llover».
Condenó que se haya «satanizado el pan, un alimento tradicional y de consumo popular que aporta calorías», dijo. Incluso advirtió que la industria está en riesgo de desaparecer si continua dicha situación este año la informalidad entre los panaderos crezca hasta 20 por ciento y las ventas se desplomen 10 a 12 por ciento.
El pan dulce, dijo, subió en promedio 10 por ciento que se traduce en un peso o 50 centavos más respecto al año pasado, dependiendo del tipo, tamaño y calidad de las piezas. Con ello, las ventas acumulan en lo que va del año una caída entre 12 y 15 por ciento, aún cuando muchos consumidores cambiaron el pan dulce por el pan blanco, cuya producción subió 5 por ciento.
Los panaderos han tratado de buscar alternativas como vender piezas mucho más pequeñas y más baratas, a 3 o 4 pesos, pero el dirigente de Canainpa insistió en que se debe eliminar el IEPS al sector para lo cual los panaderos de la región central del país interpusieron 70 amparos.
