■ Era “eso o nada”; los priístas accedieron a modificar varios artículos, señalan
Los diputados perredistas, Rafael Flores Mendoza y Gilberto Zamora Salas justificaron su voto a favor de la Ley Estatal de Educación cuando la línea de su partido era en contra. Dijeron que negociaron su sufragio para que se hiciera modificaciones al dictamen original del gobernador y garantizar los derechos laborales de los maestros, con quienes aseguraron, hubo consenso, incluso con los democráticos; desconocieron por tanto, por qué al final decidieron protestar el día de la aprobación.
La fracción perredista en el Congreso del estado tiene cinco integrantes, tres de los cuales votaron en contra de la nueva Ley Estatal de Educación, mientras que Flores y Zamora se alinearon a la bancada del PRI y sus aliados. Decisión que ayer en conferencia de prensa dijeron, la tomaron porque literal era “eso o nada”; es decir, los priístas accedieron a modificar algunos artículos del dictamen a favor de los maestros, aunque no estuvieron conformes con la ley del todo.
Gilberto Zamora, secretario de la Comisión legislativa de Educación, comentó que él firmó el dictamen el pasado viernes a las 19 horas, en el entendido de que ya había acuerdos con los maestros, además, nunca pensó que se sometería a votación ese mismo día en la noche. “Nosotros creíamos que se iba a seguir discutiendo hasta el día de hoy porque había el tercer transitorio que se debía afinar”.
El perredista aseguró que con la supresión de algunos artículos que violentaban derechos laborales de los maestros respecto de la evaluación, hubo consensos con el magisterio democrático, en específico aludió a Víctor Montoya Gómez y otro dirigente del MDMZ, quienes quedaron conformes.
Por tanto, calificó como paradójico que los maestros, quienes le llamaron traidor el día de la sesión, fueron los mismos con quienes se habían dado los acuerdos. Lamentó que se haya querido desinformar a la sociedad.
Respecto del voto diferido con el resto de los diputados perredistas, Zamora aseguró que sus otros tres homólogos no avalaron la ley por el hecho de que llevó a pleno el viernes, pues la intención era discutirla más y ponerla a discusión este martes.
El legislador cuestionó la manera en que se dio la votación, a puerta cerrada, blindados por policías, de noche y sin anuncio público, pero insistió en que tanto él como Flores no lo sabían. “Lamentamos como se dieron las cosas fast track, pero no estuvo en nosotros, sino que el método nos lo impusieron”, aseveró.
