Hilla, Irak. Al menos 37 personas murieron y unas 166 resultaron heridas el domingo cuando un suicida hizo estallar su cinturón de explosivos en la fila de un control policial en una carretera en Irak, indicaron fuentes médicas y de seguridad.
La explosión se produjo en un momento de mucha afluencia en la entrada norte de la ciudad de Hilla, a 95 km al sur de Bagdad, añadieron las mismas fuentes.
El anterior balance señalaba 34 muertos y 167 heridos.
El primer ministro de Irak, Nuri Maliki, acusó el sábado a Arabia Saudita y a Catar de desestabilizar al país, al apoyar a grupos insurgentes.
«Atacan a Irak, vía Siria, y de manera directa. Han declarado la guerra a Irak», afirmó Maliki al canal France 24.
La televisión estatal iraquí señaló que dos de sus empleados fallecieron también en esta explosión, que causó a su vez destrozos en decenas de vehículos.
«Algunas de las víctimas murieron carbonizadas dentro de sus coches», precisó una fuente policial. El ataque dejó 37 muertos y 166 heridos, afirmaron un teniente de policía y un médico del hospital de Hilla, que solicitaron el anonimato. Entre los muertos había cinco policías, dos mujeres y cinco niños, agregaron.
En Abu Graib, al oeste de Bagdad, un tiroteo en otro puesto de control se saldó con la muerte de dos soldados y otro militar herido. Un coronel de policía y dos policías más fallecieron en otros tres ataques al norte de Bagdad.