Efectivamente; la 61 Legislatura del estado, “con abuso de poder”, el que de ninguna manera le concede nuestra Carta Magna, y apostándole a la partidocracia, ratificó el 27 del mes de febrero pasado, a cinco consejeros Electorales que le fueron impugnados por el TEPJF, no solamente por no haber publicado la Convocatoria correspondiente como requisito indispensable para dicha elección, sino también por su reciente militancia partidista, situación por la cual se encuentran inhabilitados para contender para dichos cargos públicos.
Por lo que en razón de lo expuesto, algunos catedráticos de nuestra Máxima Casa de Estudios (UAZ) que se registraron para contender, verdaderos especialistas en temas electorales y sin ninguna afiliación partidista fueron ignorados por la Legislatura citada, por lo que en esa virtud y con bastante derecho, no por no haber resultado electos dentro de los 64 aspirantes registrados, sino por el desaseo que hubo en dicha elección, impugnarán ante el mencionado Tribunal esta amañada designación, que sin lugar a dudas tiene tintes políticos, como ellos dicen, con respecto a las elecciones de 2015 y 2016 en nuestro estado, y por haberlos usado sólo para legitimar un proceso que con anterioridad a la elección, ya estaba arreglado.
Señores diputados de la 61 Legislatura; para su conocimiento, el “abuso de poder se encuentra tipificado como un acto de corrupción”. “Como corrupción entendemos a todo acto ilegal y no ético que viene como consecuencia del abuso del poder”. “Este acto corrupto es una actividad a través de la cual un ciudadano, ya sea servidor público o no, impulsa una acción en contra de las leyes, de la normatividad y de prácticas implementadas, a fin de favorecer intereses particulares o de grupo”.
El daño social que causa la corrupción es sumamente preocupante, ya que el vivir en un país corrupto o en un estado con dichas características, desmoraliza a los ciudadanos, les hace sentir que no vale la pena ser honestos e incluso los invita a delinquir, toda vez que en nuestro país o en nuestro estado, no se castiga la corrupción.
La corrupción se encuentra considerada también como la pérdida de valores; nuestra conciencia da la pauta a nuestro actuar, y a su vez ésta se basa en nuestra moral y ética. En nuestro estado cada vez más se justifica un acto corrupto, manifestando que no se encontró culpabilidad alguna en los presuntos inculpados, como fue el caso reciente del audio “Corrupción en Zacatecas”.
Un caso típico en nuestro país: cada vez que se nombran Consejeros Electorales a nivel nacional o estatal, los legisladores de todos los partidos políticos nos tratan de convencer de que no buscan personas afines a ellos; ni compañeros de partido; que ellos no operan el cuotismo, como tampoco el cuatismo; que lo que sólo buscan y quieren son personas independientes; ciudadanos con amplia trayectoria y compromiso profesional, de modo que se desempeñen de manera autónoma e imparcial; pero al final, éstos siempre terminan nombrando “Consejeros a modo” (como en el presente caso, para que ante el IEEZ defiendan los intereses y puntos de vista de su partido); con trayectoria partidista directa, como los mencionados cinco consejeros ahora ratificados, quienes fueron revocados por el Tribunal citado, presuntamente por pertenecer o haber pertenecido, de tres años a la fecha, a algún partido político.
Señores diputados que conforman el Congreso del estado de Zacatecas, los zacatecanos todos, estamos “Hasta la Madre de tanta corrupción en Zacatecas”; esto que han hecho ustedes ratificando a cinco de los ex Consejeros revocados por el TEPJF, “en realidad no tiene nombre”; con ello han ofendido la inteligencia de la ciudadanía zacatecana; estamos seguros que al Tribunal citado le lloverán muchas quejas con respecto al “abuso de poder que ustedes demostraron en esta amañada elección”
A continuación me permito darles a conocer una verdad que no necesita demostrarse: “La corrupción es la mujer del autoritarismo y juntos han procreado a la impunidad”; por lo que en razón de lo anterior, nuestro país se encuentra enladronado, como se ha dicho siempre, y en ese orden de ideas podríamos montar una industria de exportación de esas máculas sociales, es por ello que somos el país número 106 de 177 naciones que conforman la Organización Transparencia Internacional, en su índice de percepción de corrupción, según su informe del año 2012, y en ese orden de ideas nos preguntamos: ¿Entonces para que sirven las instituciones fiscalizadoras a nivel nacional como estatal?, y la respuesta es: ¡Para nada!
Para terminar haremos la siguiente pregunta a nuestros “transparentes” legisladores locales: ¿Consideran ustedes que los recién ratificados Consejeros Electorales se encuentran dotados de conocimientos básicos sobre los principios, métodos, criterios y técnicas de interpretación, a fin de que tengan las herramientas adecuadas para que procedan a realizar con atingencia una interpretación compatible con la esencia de la Constitución y del Código Electoral, y que además sean personas especializadas en la materia y profesionales en el ejercicio de esta función?; éste es sólo uno de los varios requisitos que debe reunir un aspirante a consejero electoral; requisito que con toda seguridad ustedes tampoco dominan. ■
