Con la portada de Time y el arresto de El Chapo como de cerezas del pastel es ya imposible no reconocer los grandes logros del gobierno de Peña Nieto; porque si bien es cierto en lo económico padece el país de estancamiento e inflación, alcanza el desempleo sus máximos históricos y las cifras de la economía informal sobrepasan las de la formal; con todo y el despliegue de centenares de miles de elementos embozados, armados con verdaderas piezas de artillería, la inseguridad no deja de crecer; el binomio impunidad-corrupción goza de cada vez más robusta salud y un interminable etcétera; a fuer de hombres y mujeres honrados habremos de admitir con la Reforma Fiscal, que permitirá al gobierno extraer de la ciudadanía una proporción de riqueza sustantivamente mayor, y la Reforma Energética, que permitirá a nuestros gobernantes ingresar, en compañía de sus numerosas familias, a la petrocracia mundial; todo ello, ojo, a cambio de absolutamente nada; ha el régimen peñanietista, eficazmente asistido por la “oposición”, anotado no sólo goles decisivos sino además de chilena; y es por ello que la circunstancia de que tales goles hayan sido hechos en nuestra cancha no debiera de ofuscarnos, y menos aun llevarnos a regatear los cordiales elogios y congratulaciones del caso; no debiéramos perder de vista que la tradición épica impone, a los nobles y valientes, reconocer los méritos hasta de sus peores enemigos.
Ya que por cuestiones de la más alta relevancia como el amarre votos en las asambleas, la creación de plazas para los parientes sin oficio ni beneficio, el otorgamiento de contratos a empresas familiares, etcétera, no haya dinero que alcance y un día sí y otro también incumpla la Universidad “Autónoma” de Zacatecas sus compromisos más elementales; y tomando en cuenta que funciones como la trasmisión de conocimientos (de la creación ni hablar) no carecen después de todo de alguna importancia, es hora quizá que los beneficiarios de esta situación administren mejor su caos y programen por lo menos la endémica suspensión de actividades; y puedan así los certificados que reparten gozar de alguna credibilidad.
Pasando a temas de más grata consideración resulta harto plausible que nuestro mandatario se distraiga en largos viajes por los confines del planeta, pues independientemente de maquiladoras golondrinas, de muy difícil atracción, todo el mundo sabe que los viajes ilustran, y a todos nos conviene un gobernante ilustrado. ■