Una agradable sorpresa más que nos ha ofrecido el 64 Festival de Cine de Berlín ha sido la selección y repartición de los espacios destinados a la proyección de películas, conferencias de especialistas, empresarios de la industria, exposiciones temporales y salas de prensa.
Si bien el complejo situado en torno a la Potsdamer Platz concentra la gran mayoría de las proyecciones y de los fanáticos, el festival se extiende en otros puntos de la ciudad. Fuera de la zona del Palacio se han repartido otras actividades destinadas a un público más específico, como lo es el Mercado del Cine y la exhibición de cortometrajes fuera de la competencia oficial.
La Berlinische Galerie, museo fundado en 1975 en lo que era una antigua nave industrial, resguarda piezas de bellas artes, fotografía, arquitectura y un centro de documentación, que corresponden a una colección de arte dadaísta de Berlín, de la New Objectivity y de la vanguardia de Europa del este. En medio de ese espacio, la Berlinale ha decidido proyectarlos cortos y mediometrajes todos los días.
El museo Martin-Gropius-Bau, edificio construido en 1877, es un recinto de resguardo de obras artísticas e históricas, cuya importancia simbólica apareció durante la Guerra Fría cuando se convirtió en una frontera entre las dos alemanias. Aquí se ubica el Mercado del Cine.
Así, a pesar de que la Berlinale ha puesto un servicio de transporte que liga al Palacio del Festival con el museo, no es de extrañar que la gente prefiera hacer el trayecto a pie para, si el tiempo de negocios se los permite, hacer una visita a los alrededores.
