La destitución de un contralor municipal no se debe dar porque el alcalde no le tiene confianza, sino porque realmente no haga su trabajo que es el de fiscalizar los recursos públicos, de modo que a decir del edil perredista de Villanueva, Miguel Torres, fue injusta la destitución del contralor de Fresnillo, Omar Carrera, a quien el cabildo lo cesó por haber difundido información de un presunto desvío de recursos por parte Benjamín Medrano.
Aunque aseguró no conocer muy a fondo el tema, saben que se quitó de su cargo al funcionario por hablar de un supuesto desvío, cuando opinó, esa es su función; si no queremos que nos señalen absolutamente nada, hagamos las cosas apegadas a la normatividad.
Sin embargo, el perredista también comentó estar en desacuerdo con que un contralor se salga a exhibir a los medios de comunicación asuntos internos que previamente se pudieron resolver. Quizás en el caso de Fresnillo el protagonismos del contralor fue indebido, pero también su destitución.
La crítica por tanto, está en el hecho de que ahora pasó a segundo plano el posible desvío de recursos del acalde y la atención se centró en el trabajo del contralor. De ahí la necesidad de que haya un trato institucional entre los presidentes municipales y los contralores.
Él por ejemplo dijo tener una relación cordial y de respeto con la contralora de Villanueva, pese a que no se conocían, por tanto se ha dado la instrucción a los trabajadores de que le faciliten toda la informa que solicite y requiera para el desempeño de su trabajo. Consideró que a él le ayuda el ser fiscalizado, porque le permitirá que al momento de entregar las cuentas públicas no tenga irregularidades.
Yo no puedo decir que le tengo o no le tengo confianza, pero el tema no es ese, porque cada uno tiene detalladas sus atribuciones y el contralor justamente está obligado a señalar lo que está fuera de la normatividad.
Por su parte, Raúl de Luna Tovar, presidente independiente de Enrique Estrada dijo desconocer el tema de Fresnillo, sin embargo está claro que la función de un contralor es vigilar el trabajo correcto del municipio, por lo que si bien debe haber confianza y cordialidad, si no se hacen bien las cosas se tienen que decir las irregularidades.
Él aseguró, ha dado la confianza de que si hay alguna irregularidad se le haga saber para tomar las medidas necesarias. La confianza se gana con confianza y por ello como alcaldes debemos dar la libertad para que nos revisen y se tomen las medidas necesarias, al ser el contralor los ojos que no tenemos.
Aunque también comentó que si el contralor dar a conocer información errónea, que ponga en riesgo la credibilidad del presidente, sí se le puede cuestionar, de lo contrario, asumir las cosas que se hacen mal.
