La Catedral Basílica de Zacatecas, inmueble considerado Patrimonio de la Humanidad, fue construida en el siglo 18, y a lo largo de los años se ha deteriorado su cantera e infraestructura debido a la humedad, el viento, las palomas, entre otros factores.
Como respuesta a ello, constantemente se realizan trabajos de rehabilitación al edificio: limpieza de la cantera, restauración de la ornamentación dañada, entre otras acciones, hechas con el objetivo de conservar una de las estructuras arquitectónicas más representativas de la capital zacatecana y de la entidad en general.