El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha emitido el Informe Regional de Desarrollo Humano 2013-2014, denominado: seguridad ciudadana con rostro humano, diagnóstico y propuestas para América Latina; dicho documento se integra por diez capítulos con diversas temáticas que de haber voluntad política, podrían incorporarse al momento de estructurar políticas públicas en materia de seguridad.
El PNUD reconoce que pese a importantes avances en materia de crecimiento económico, salud, educación y reducción de la pobreza, el desarrollo humano enfrenta grandes desafíos como la desigualdad, la baja movilidad social y la transmisión intergeneracional de la pobreza. Para el organismo internacional, el desarrollo humano debe estar presente en las áreas fundamentales del proceso social, tal es el caso de la gobernabilidad democrática, la sostenibilidad ambiental, la construcción de sociedades más justas e incluyentes y, la previsión y resolución de conflictos.
El PNUD afirma que la inseguridad ciudadana y sus diversas expresiones, constituyen un obstáculo fundamental para el desarrollo humano en todos los países de América Latina; se reconoce que la protección de la vida, así como la integridad física y material de los individuos, son requisitos indispensables para que la población pueda ampliar sus capacidades y ejercer de manera efectiva sus libertades. Según el PNUD, la violencia letal es muy alta en la mayoría de los países que conforman la región de América Latina y lo que es peor, existe una tendencia a la alza comparativamente con otras regiones del mundo. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que existe una tasa de homicidios superior a los 10 por cada 100,000 habitantes, lo cual se asemeja a una epidemia.
Según datos de la Encuesta Mundial Gallup, expuesta en el Informe Global de Desarrollo Humano 2013, sólo un promedio de 43.44% de los latinoamericanos respondieron que se sentían seguros al caminar solos de noche por el área donde habitan, lo cual significa que América Latina, tiene la percepción de seguridad más baja a nivel mundial, circunstancia lamentable si tomamos en cuenta que en el África Subsahariana dicho porcentaje es de 55.3%; en Europa y Asia Central, de 53%; en los Estados Árabes, de 62.9% y, en Asia Meridional, es de 66.9%.
En este contexto, el PNUD recomienda a los países, trabajar eficientemente en la estructuración de políticas públicas orientadas a evitar la debilidad institucional y la ingobernabilidad, como amenazas que pueden trascender en los ámbitos regionales o globales.
El PNUD encuadra a la seguridad ciudadana como la protección de un núcleo básico de derechos, incluidos el derecho a la vida, el respeto a la integridad física y material de la persona y su derecho a tener una vida digna, de tal suerte, el Estado debe proveer a sus nacionales, la seguridad ciudadana como conditio sine qua non se puede hablar de desarrollo humano.
En este sentido y, retomando las propuestas del PNUD, el gobierno debería estar trabajando en la construcción de ejes centrales amparados en el manto de la participación ciudadana y, articulados bajo una estrategia integral que tenga como punto de partida la calidad de vida de las personas, la acción comunitaria para la prevención del delito y la violencia, una justicia ágil y eficaz, todo esto sustentado en una educación fundamentada en valores de convivencia pacífica, en el respeto a la Ley, en la tolerancia y en la construcción de cohesión social.
Ojalá que más allá de reformas y contra-reformas, se trabaje por las demandas más sentidas de la población, pues está comprobado que una Nación resquebrajada, no le conviene a nadie, incluyendo a los capitales extranjeros; la división social y la ingobernabilidad que crece y que amenaza al estado de derecho, nos vuelve vulnerables ante los ojos del mundo, de tal manera, México y su clase política, deben edificar sus interés en los del pueblo, para poder ganar todos como una patria cohesionada, fortalecida y próspera; el gobierno en turno debe trabajar con equilibrio, con más inteligencia para vencer los grandes obstáculos nacionales como son la falta de empleo, la pobreza, la carencia de oportunidades, la injusticia y la corrupción.
Es evidente que la sociedad exige un mayor compromiso de sus autoridades pues el cauce de la inconformidad ciudadana crece y se desborda a través de las fisuras que no han encontrado otros horizontes de expresión para repudiar lo que hasta ahora se ha hecho con la riqueza y el futuro de México; finalmente considero que el PNUD ha hecho una evaluación muy consciente de lo que pasa en América Latina en materia de seguridad ciudadana, corresponde al gobierno mexicano darle un rostro humano a sus acciones contra la violencia que hasta ahora, han dejado mucho que desear. ■
*Representante de Zacatecas ante el
Consejo Consultivo Nacional de Medio Ambiente de la Semarnat
