Dicen que en México sólo 36.6 por ciento de los seres humanos hipertensos tienen tratamiento, eso dicen y al dar lectura a estudios realizados al respecto por el cardiólogo clínico Víctor Alejandro Quiroz Martínez, del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, se registra que el total de personas hipertensas en este país es de 22.4 millones, pero sólo 36.6 por ciento de estos pacientes diagnosticados se encuentran bajo tratamiento médico y 25.4 por ciento de ellos están controlados.
Todos, sin excepción, tenemos que estar siempre atentos al estado de salud que debemos de conservar y en esos estudios del cardiólogo mencionado, se deja asentado que mucho tienen que ver la obesidad y el sedentarismo, porque cada vez son más jóvenes los que desarrollan esta enfermedad, lo que se suma a malos hábitos alimenticios y descuidos en la salud. Y en los hospitales en donde son atendidos los hipertensos, se escucha mucho lo siguiente: “yo estoy aquí por descuidos, descuidé mi salud, pero no volverá a pasar”.
En este país y en otros, los especialistas en esta materia logran obtener resultados de importancia y en el caso concreto de Quiroz Martínez, se destaca que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (Ensanut), la prevalencia de hipertensión arterial (HAS) en México es de 33.3 por ciento en hombres, y de 30.8 en mujeres. Y los que ahora están en las estadísticas de hipertensos hablan claro y se fijan metas y objetivos: ahora sí ya voy a dejar de fumar, ya no voy a comer tantos tacos y gorditas, en fin, dicen cada cosa que a la postre difícilmente cumplen.
Y bueno, el también integrante de la Sociedad Mexicana de Cardiología, precisa que a pesar de que las manifestaciones clínicas de este padecimiento aparecen en edad adulta, es fundamental que desde la adolescencia pueda existir un registro de perfil para cada individuo. Ya los números en las dependencias del Sector Salud reflejan en ellos a niños que son presa fácil de los vendedores de productos chatarra, especialmente en las comunidades rurales y en las escuelas de comunidades o colonias ubicadas en los márgenes de la pobreza.
El estudioso de esta materia recomienda a la sociedad y en especial a quienes son hipertensos, que si se tienen antecedentes familiares de hipertensión o se han presentado síntomas como dolor de cabeza y fatiga, se individualice la frecuencia en que se deben realizar los chequeos y se hagan desde la adolescencia.
La presión arterial, explica Quiroz Martínez, es considerablemente más baja en los niños que en los adultos, pero se incrementa de forma gradual durante las dos primeras décadas de la vida, llegando hacia el final de la adolescencia, a alcanzar los valores de la adultez.
«Muchos niños y adolescentes actualmente son identificados con importantes factores de riesgo genético o metabólico para una futura presión arterial elevada, lo que hace necesario un diagnóstico médico oportuno a temprana edad para aplicar medidas cuando el niño-adolescente todavía es normotenso», indicó.
Considera el cardiólogo que si se aplica un control desde esta etapa de la vida, se previene la aparición de la hipertensión arterial o de acuerdo con cada caso, tratar de retardar y controlar el aumento de presión arterial, que al ser una enfermedad crónica, provoca degeneraciones en órganos principales, un ejemplo: los riñones.
Son varios los factores de riesgo que existen para desarrollar hipertensión y entre ellos están el sobrepeso, la obesidad, la resistencia a la insulina, parámetros inflamatorios elevados, poca actividad física o bajo nivel de condición física, aunque también existen factores no modificables como la edad, el sexo o los condicionantes genéticos, señaló.
El especialista recomendó, como prevención, evitar fumar y beber alcohol, consumir poca sal y azúcar, así como hacer ejercicio y con ello se evitará un evento cardiovascular. Recomendaciones que pocas veces son llevadas a cabo y en consecuencia, el avance de la hipertensión y sus efectos se hace cada vez más presente con sus efectos sumamente dañinos.
«Cuando se sospecha o se corrobora una enfermedad cardiovascular, es imperativo seguir las indicaciones del médico», advirtió el especialista y bueno, en Zacatecas existen lugares muy específicos a los que quienes padecen este tipo de enfermedades cardiovasculares pueden acudir a caminar con la finalidad de contrarrestar los efectos de la hipertensión. En el campo, por ejemplo, los campesinos no son tan dados al consumo de esos productos chatarra que se expenden a todas horas y todos los días, pero además en el campo, en el medio rural desde los niños, adolescentes y hasta los hombres en edad adulta, desarrollan una serie de actividades que los mantienen en constante movimiento.
Caminar por el surco y depositar los granos de maíz o frijol, llevar al ganado a pastar o simplemente llevar a cabo tareas cotidianas al aire libre, le dan al campesino y su familia niveles de vida que sólo se pueden ver afectados por las escases de alimentos, por esos males que han dejado en el pueblo mexicano sexenios de hambre.
El tema de la salud es fundamental, pero lo es más el producir, saber hacerlo y saber comercializar, para que lo que se produce en el campo, no se malbarate sino que sea vendido en el mercado estatal, nacional y en el internacional, a precios que dejen una ganancia, una utilidad significativa para aquél que desarrolla el mayor de los esfuerzos.
Hasta aquí mis comentarios, nos veremos en la próxima entrega… ■
