Estructurar un concepto de “ciudad” no es tarea fácil, sobre todo por las implicaciones que desde el punto de vista multidimensional se requieren para construir un precepto totalmente acabado. Sin embargo y a pesar de lo que implica, existen elementos para definir tal concepto. Este puede entenderse como un asentamiento humano de base sedentaria que se caracteriza por la ubicación de lugares de encuentro, de espacios sociales singulares de carácter político y/o ideológico, donde se realizan prácticas sociales que involucran a otras comunidades, fundamentalmente a las no urbanas de su territorio. Estos lugares de encuentro pueden vincularse a diversas actividades, desde la política de toma de decisiones, a la realización de actos ceremoniales, incluyendo espacios destinados al ocio, la facilitación de la comunicación, acciones educativas y por supuesto la transmisión de la información.
Zacatecas como ciudad, cuenta con los elementos necesarios para ubicarse como una capital impulsora de acciones y prácticas sociales que permitan mejorar los niveles culturales y educativos de todos los zacatecanos, de ahí que no en balde se le reconozca a su Centro Histórico como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Para ello y explotando todo su potencial, debe retomarse para sí misma el concepto de “ciudad educadora”; noción formulada en los inicios de los años setenta del siglo pasado por Edgar Faure en su obra de Aprender a Ser “…los términos de la relación entre sociedad y educación cambian de naturaleza: hay un proceso de compenetración íntima de la educación y el tejido social, político y económico, en las células familiares y en la vida cívica”.
En este sentido, y analizando dicho concepto, todo individuo integrado dentro de esta apreciación debe contar con los elementos necesarios para aprender durante toda su vida y de igual manera aplicar el principio de que hay que sacar la educación de los espacios cerrados y llevarla a los lugares de reunión, a las plazas, parques, calles, es decir, a todos los espacios públicos de concentración social. Si se le aplica este concepto a Zacatecas, se convertiría en un escenario con ambientes de aprendizaje donde se pueden desarrollar estrategias y vivencias educativas al alcance de todos y durante toda la vida, combinando los cuatro aprendizajes fundamentales postulados por Jaques Delors en el informe de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo 21: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir y aprender a ser.
La capital de Zacatecas es una ciudad que cuenta con las mejores condiciones materiales e inmateriales para forjar una oferta general de difusión de aprendizajes y conocimientos útiles para poder vivir en sociedad; exhibe todas las posibilidades y se diversifica tanto en sus ambientes que su urbanismo es un marco y agente educador por sí mismo.
Se está de acuerdo que en Zacatecas este encuadre de ciudad educadora aparece como aquella condición que va más allá de las familias y escuelas. No se excluyen como factores clave sin lugar a dudas, sin embargo existen una gran cantidad de parámetros y de agentes reconocidos hasta ahora, que abrazan a todos los zacatecanos en el marco de una educación para todos y para toda la vida.
De ahí la importante necesidad de reconocer la labor que el ayuntamiento de la capital requiere implementar acciones en torno al rescate de los espacios que, por sí solos, permitan impulsar ambientes desde múltiples esferas de aprendizaje para los ciudadanos. Su planificación urbana, su cultura, sus escuelas, las prácticas de sus habitantes de actividades como el deporte y la recreación, cuestiones medioambientales y de salud, económicas, de movilidad y viabilidad, seguridad, diferentes servicios y las formas de socializar la información, etc., incluyen y generan formas de educación para toda la ciudadanía.
Es incuestionable que esta política a impulsar por parte del gobierno municipal como compromiso, logrará conjuntamente con sus ciudadanos transmitir consecuencias y actitudes con demostraciones de convivencia para mejorar los valores, destrezas y conocimientos para toda la vida, como lo establecen los nuevos preceptos de la educación para el siglo 21. Es de esta manera entender a la educación como medio y como camino hacia la consecución de una gobernanza más culta, solidaria, honesta y transparente.
De este compromiso del rescate de espacios y transformarlos en ambientes de aprendizaje por parte del gobierno municipal, implicaría impulsar relaciones específicas y formas de trabajo entre todos los miembros del equipo de gobierno; lo anterior debido a la transversalidad de lo que implica este tema. Así, las autoridades municipales deben facilitar, articular y propiciar una comunicación necesaria para desarrollar un conocimiento mutuo de las actuaciones que deben seguirse y establecer sinergias para la reflexión y que posibiliten alcanzar los principios que caracterizan a una ciudad educadora, siendo esto último, un derecho ciudadano. ■
*Secretario de Gobierno del ayuntamiento de Zacatecas
@AlfredoSdS
