El amanecer del primero de enero de 1994, día en que iniciaba la vigencia del Tratado de Libre Comercio (TLC) celebrado entre Canadá, Estados Unidos y nuestro país, se hizo presente en Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Con esto, se anunciaba al mundo que a pesar del empeño de Carlos Salinas de Gortari, por aparentar condiciones de igualdad comercial con países desarrollados, en México persiste la pobreza, la discriminación, la injusticia, el analfabetismo, el desempleo, el hambre y un alto porcentaje de su población indígena se encuentra al margen de todo derecho. El EZLN conformado por indígenas con el rostro cubierto, dirigido por el subcomandante Marcos y portando armas, mantuvo enfrentamientos contra el Ejército Nacional.
Los zapatistas dieron a conocer en aquél escenario lo que también denominaron El Primer Comunicado de la Selva Lacandona. Sorprendió que de inicio, ese documento lo fundamentaron en lo que dispone el artículo 39 de la Carta Magna. Este precepto establece el principio de soberanía nacional. Estaban en lo cierto. La soberanía reside en el pueblo y el poder dimana de ese pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
Justificaron su presentación, diciendo que la lucha era por la reivindicación de sus derechos. Y, durante 19 días, los enfrentamientos fueron numerosos, con saldo de pérdidas humanas; numerosos lesionados y muchos detenidos.
Al término de este tiempo y gracias a la presión que ejercieron sobre el gobierno, obtuvieron cinco logros importantes: 1.- La remoción del secretario general de Gobierno federal: Patrocinio González Blanco Garrido; 2.- Nombramiento de Manuel Camacho Solís, como comisionado para lograr la pacificación en aquella región; 3.- Presentación ante el Congreso de la Unión, de una iniciativa de Ley de Amnistía, a favor de algunos integrantes del EZLN; 4.- La renuncia del gobernador interino en Chiapas Elmar Seltzer, quien fue sustituido por Javier López Moreno y 5.- El ofrecimiento al diálogo que hizo el Presidente al EZLN para lograr la paz. Diálogo que los zapatistas condicionaron a que se les reconociera como Ejército Beligerante y que no se les continuara dando el trato como delincuentes, vándalos, transgresores de la ley, etcétera.
Inicialmente, el EZLN, logró gran simpatía entre importantes sectores de la población nacional. Países como España también hizo pública su solidaridad con el movimiento, cuando un grupo de intelectuales envió al jefe del Ejecutivo federal, una carta publicada en el diario de circulación nacional La Jornada, condenando la acción militar a su cargo sobre los municipios de Chiapas en conflicto y, le pidieron diálogo con los Zapatistas, así como su reconocimiento de Ejército Beligerante.
También en Francia se dieron múltiples manifestaciones de protesta por lo que ocurría, y se hizo patente el apoyo y la solidaridad con el EZLN.
Uno de los logros fue el de creación de una Ley de Amnistía como ya se dijo. Salinas de Gortari presentó la iniciativa de ley ante el Congreso de la Unión. Si bien es cierto que atendió algunas demandas de los rebeldes, también lo es que tuvo serios cuestionamientos pues condicionó a quienes se acogieron a ella dentro de los 30 días siguientes al inicio de su vigencia, a entregar las armas, lo que representó prácticamente un rendimiento, quedando en situación de desventaja.
Otro cuestionamiento, fue que únicamente benefició a quienes participaron en el movimiento armado a partir del primero de enero de 1994 y hasta las 23 horas del día 16 del mismo mes y año, dejando fuera de tal beneficio a quienes aún mantenían la lucha.
Han transcurrido ya 20 años de aquellos acontecimientos. Las condiciones para los indígenas no sólo persisten, sino que se agudizaron al correr el tiempo y los problemas son mayores. Ocuparon el cargo 6 gobernadores en Chiapas considerado el Estado más pobre del país, y no se ha logrado ningún beneficio para los indígenas.
Yo diría más. Los zapatistas ya no cuentan con su líder, el subcomandante Marcos. Lo quieren ver, nadie sabe, nadie supo en realidad quién es o quién fue, pues se manejan un sinnúmero de versiones sobre su vida, su salud, su personalidad, su lugar de origen y sobre su residencia. Pero nada más.
Con esa incertidumbre, con esa falta de dirigencia y de un programa y planes de trabajo serios que permitan el cambio de estructuras en su beneficio y para la reivindicación de sus derechos como dicen, los zapatistas no han logrado nada. Parece como si la persona que es, que fue o que se hizo pasar por el subcomandante Marcos, sólo fue un exhibicionista, no un líder.
Hidalgo; Morelos; Madero; Juárez; Ernesto Che Guevara; Camilo Cienfuegos y Salvador Allende, fueron líderes, patriotas que lucharon al lado de su pueblo y que no solo arriesgaron sino que sacrificaron su vida en aras de una mejor vida para todos. No exhibicionistas.
Ninguno tuvo la necesidad de cubrir su rostro para esconder su origen, fueron guerreros y guerrilleros de verdad, que con valentía, enfrentaron al gobierno opresor. ■
¡Feliz año para todos!
