Ante la inconformidad de varios sectores de la población por la aprobación en el Congreso de la Unión de la Reforma Energética y lo mismo en algunas legislaturas locales, el diputado federal, Adolfo Bonilla Gómez opinó que la gente está en su derecho de no estar de acuerdo y manifestarse, pero justificó su voto a favor y consideró que fue necesario avalar los cambios a la Constitución.
El coordinador de los legisladores federales zacatecanos del PRI, comentó que en ese tipo de decisiones es difícil lograr los consensos, pero lo importante es que hubo mayoría, y por tanto fue un hecho su aprobación la semana pasada. Ya no hay unanimidades en el país, pero los resultados se verá en el corto y mediano plazo, la gente se dará cuenta del beneficio, más nos vale a todos.
De los diputados federales que representan a Zacatecas, los cuatro del PRI aprobaron la reforma -Judith Guerrero, Bárbara Romo, Julio César Flemate y Bonilla- la petista Magdalena Núñez lo hizo en contra y aunque no fueron electos por este estado, los también zacatecanos, Amalia García y Ricardo Monreal lo hicieron en contra, no así el panista, José Isabel Trejo.
La decisión de los representantes populares del PRI, Adolfo Bonilla la justificó al asegurar la mayoría de la gente según las encuestas está de acuerdo en la reforma, puesto que los beneficios serán fundamentales para tener en el país y Zacatecas un sector energético más competitivo, le estamos apostando con mucha claridad a reducir las tarifas de la energía eléctrica y el gas.
Es benéfico que participe la iniciativa privada de manera conjunta con Petróleos Mexicanos (Pemex) en la extracción de hidrocarburos, gas y energías alternativas, en un escenario donde la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que tiene como uno de sus principales insumos al combustolio, que es más caro que el gas y también muy contaminante, agregó.
De modo que hay yacimientos de gas shale sin la suficiencia presupuestal para extraerlo, pero los contratos de utilidad compartida permitirán disponer de ese energético, siendo el Estado quien los venda sin privatizar el hidrocarburo.
