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viernes, 19 abril, 2024
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Mercado de Trueque…

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Por: Admin •

Esta semana, amigas y amigos, hemos tenido el placer de transgredir una mala decisión gubernamental, y no es que celebremos la desobediencia, sino que lamentamos las malas decisiones de l@s que gobiernan. Como usted debe saber, en fechas presentes se celebraría el 25 aniversario de la Feria del Libro en el Portal de Rosales, tradición tan útil, bella y culturizante con la que cuenta nuestra ciudad capital.

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Sin embargo el presente año, a pesar de estar cumpliendo un cuarto de siglo este agradable evento, al gobierno municipal le pareció mejor idea cuidar intereses de una transnacional de comida rápida y algunos intereses de gente apegada a dicha alcaldía que tiene sus negocios en este Portal de Rosales. Según supimos, algunos locatarios del lugar dicen que esta gente –la de la Feria del Libro- “hace ver fea la ciudad”, “parece mercado”, “obstruye mi fachada” y otras razones por las que se evitó se llevara a cabo la 25 Feria del Libro. En primera instancia nos parecieron razones poco sólidas para quitar una tradición, válidas al fin, si se ve que cada uno está protegiendo intereses individuales y lamentablemente económicos.

Como práctica de resistencia hicimos redes: la Asociación de Libreros de Zacatecas, Colectivo In Cuicatl, #YoSoy132, Ddser, Cozcalloyotl AC, colectivos anarquistas y otras organizaciones y ciudadan@s ocupad@s en promover la cultura y preservar los valores cívicos de nuestro estado para hacerle ver a esta nueva alcaldía que los espacios públicos son de tod@s y no de unos cuantos pertenecientes a las “élites” y allegados.

Debemos hacer notar el plan de los gobiernos –que no sólo el de Zacatecas- por hacer ciudades “bellas” queriendo retirar cualquier rastro de vida comunitaria, es decir, varios gobiernos, estatales y municipales, en todo el país están llevando a cabo “limpias” de ambulantaje con la idea de simular una ciudad sin falta de empleo y tan estética como la que más. Sin embargo hay importantes razones para impulsar el llamado “comercio informal” más aún si éste lleva cultura en su existir. Se debe inspirar a toda persona a ser siempre autónoma y autosustentable para que la única mercancía que posee, en este mal sistema, que es la mano de obra, no tenga que malbaratarla a alguna macroempresa internacional y mejor busque realizar actividades de sustento en libertad, como lo es el preparar y vender algún producto con un método casero, por dar un ejemplo. No obstante, el sistema en que vivimos nos ha taladrado en la cabeza que es necesario entrar en la competencia mundial sin darse cuenta que es en la municipalidad donde las personas pueden obtener todo lo necesario para su subsistencia.

En la doctrina política se habla ya desde hace varios años de la “municipalización”, “desarrollo comunitario”, “solidaridad y cooperación regional” como métodos de gobiernos eficientes que resguarden lo poco que queda de cohesión social en nuestros pueblos.

Es por esto que, cómo forma de recuperar nuestros espacios públicos, generar comunidad y promover la lectura y la cultura, realizamos el primer Mercado de Trueque en el Portal de Rosales. En este mercado no existe el fin de lucro sino el de darle valor al uso de las cosas y no a un papel moneda impuesto por un sistema en decadencia. El mercado ha servido como experiencia a todos los transeúntes para conocernos, platicar, realizar actividades culturales como conciertos, lectura de poesía y cuentos, convivencia sana y un ejercicio de valoración de lo justo, pues, al no haber moneda de intercambio, las personas se deben poner de acuerdo porqué cambiarán los objetos, sembrando así la semilla de la organización ciudadana. Así nos dimos cuenta de lo ávido que se encuentran las personas de tener más actividades que fomenten la verdadera convivencia sin importar lo feo o bonito que pueda verse un espacio, lo importante de la vida en comunidad es precisamente la humanidad, la relación, el intercambio de ideas y sentimientos y no de un pedazo de papel o metal que te imponga el valor de los objetos.

En fin, este tipo de acciones de desobediencia civil y organización será una herramienta que seguiremos realizando y nos saque de este mal llevado camino del sistema pues, como dice IvanIllich: “es un acto ‘revolucionario’ cuando su aparición en el seno de una cultura establece una nueva posibilidad, es decir una transgresión de los limites culturales que abre un nuevo camino. Un acto revolucionario es la prueba inesperada de un nuevo hecho social, que puede haber sido predicho, esperado o hasta reclamado, pero del que nunca antes se había mostrado que era posible.” Así, estimado lector te invitamos a no creer en lo impuesto, a atreverse a realizar cualquier cosa que logre su imaginación y a simple y felizmente: vivir en libertad. ■

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