El 2013 cerrará con el torbellino de reformas, les llaman estructurales, con las que inicio el año. Recién acaba de aprobarse la reforma política que crea del INE que busca, quien sabe si lo logre, restarle poder e influencia a los virreyes de los estados. José Woldemberg, conocedor en la materia opina que las leyes secundarias reglamentarias que regirán al nuevo órgano electoral, ya están consideradas en el COFIPE y por lo tanto no harán sino remasterizarlo. Como es el caso de la que normara la organización y capacitación electoral y la del establecimiento del sistema de nulidades de las elecciones, en pocas palabras, con el nuevo INE en la elección de los órganos locales penderá sobre “los órganos locales la espada de Damocles” y el nacional, sustituto del IFE, estará “habilitado para la discrecionalidad” (Reforma, 5-12-2013). La práctica y el tiempo dirán si el INE y demás cambios que incorpora la nueva reforma resultan. La otra, a la que llaman crucial o la madre de todas las reformas es la energética. Sólo la movilización masiva a nivel nacional con el Peje convaleciente como principal aglutinador de la protesta y la resistencia, impedirá que ocurra y que los artículos constitucionales 27 y 28 sean reformados abriendo las puertas a la inversión extranjera por medios de contratos y los energéticos dejen de ser considerados recursos estratégicos y base quitando la corrupción y burocratización de Pemex, la palanca del desarrollo nacional.
En este remolino reformista que lo mismo avanza que se detiene, sigue presente la ya aprobada reforma educativa con sus avances y retrocesos. Como se sabe esta última fue con la que inicio el ciclo de reformas con las que el retorno de un presidente priísta pretende sentar las bases para la modernidad mexicana. Está por cumplirse un año de su decreto. Es una reforma en la que muy al estilo leninista avanza un paso adelante y dos pasos atrás. Han transcurrido ya dos oleadas desde su aprobación. La iniciada por el magisterio oaxaqueño con el arranque del año y la que se hizo presente de mayo a octubre en la que se dio la movilización de otros contingentes a nivel nacional en donde participaron grupos significativos de maestros institucionales, una vez que aprobadas las leyes secundarias, entendieron que el recorte para quienes no pasen las evaluaciones, será parejo y alcanzará a todos sin importar la filiación de corriente, grupo o ideología sindical. Las manifestaciones con protestas callejeras y plantones, han venido pidiendo la derogación de la reforma de marras o por lo menos la armonización con las leyes estatales en la materia, amén del respeto a los derechos laborales; en especial se han manifestado contra las leyes secundarias y particularmente la del Servicio Profesional Docente que normará el ingreso, promoción y permanecía de los profesores de los niveles básico y medio superior, estando de por medio la evaluación. La tercera oleada dará inicio en cuanto inicie el reprobadero y con él los recortes y posible ceses, no obstante que las autoridades han insistido en respetar la definitividad e inamovilidad en el empleo de los maestros en servicio.
El día de antier, miércoles 3 de diciembre, tuvo lugar una reunión a la que fueron convocados los gobernadores de los estados en la que Chuayfet les leyó la cartilla y les reafirmó que la reforma educativa va y que debe de aplicarse en todas las entidades. Se sabe de antemano que en Oaxaca en donde la Sección 22 mantiene el control tanto del magisterio como en del aparato administrativo no se aplicará y a la antigua Antequera la podrán secundar así sea parcialmente, otras regiones de la República en donde hay núcleos organizados de la CNTE.
Entre las medidas que se les recordó a los mandatarios que deben observar para el cumplimiento de la reforma están: armonizar la legislación local con la reforma educativa, adecuar la normatividad laboral dejando sin efectos la que se oponga al servicio profesional docente, promover la transparencia con las escuelas, aplicar los descuentos a los maestros faltistas, evaluar el desempeño de los docentes de las escuelas particulares y del nivel medio superior, así como apoyar y participar la consulta nacional sobre las escuelas normales.
En el caso de la reforma educativa la moneda sigue en el aire hasta en tanto no se logren vencer inercias y resistencias. Una vez que se aplique, sobre todo cuando los maestros comiencen a ser evaluados, se sabrá el derrotero que tomará. Aún quedan muchos combates que librar en esta historia. ■
