El caparazón que desde hace años le pusieron a Zacatecas, tal parece que se deteriora poco a poco, la sociedad se ve acorralada ante el comportamiento de los grupos sociales que continuamente se organizan, salen y toman las calles y avenidas, como sucede en el Distrito Federal, Oaxaca o Guerrero. Aquí, las dimensiones son diferentes, pero al final del túnel resultan perjudiciales para la sociedad y en este caso, la imagen de los maestros se derrumba ante los niños, que son los que mayormente resienten la ausencia del maestro en las aulas.
El ambiente se hace cada día más tenso y se acrecienta cuando al escenario suben personajes de la política que sin medir las consecuencias se enfrascan en discusiones vanas cargadas de verdades, en dimes y diretes impregnados de ponzoña y que poco o nada importan ya a quienes escuchan, leen o miran noticieros. Existen formas más dignas, más elegantes y efectivas de subirse al ring para entrarle a la contienda político-electoral que en su momento y desde ahora, pero con menor intensidad, atrae ya la atención del electorado y de las y los zacatecanos que tienen interés por saber de qué lado masca la iguana.
Y hablando de iguanas, en la Unión Ganadera Regional se llevó a cabo en días pasados una “reunión” que alguien quería que más que reunión pareciera tertulia. Y si el horno no está para bollos, también hay que decirlo y bien, que no hay bollos y mire usted, los ganaderos, desde hace ya varios meses, han sido víctimas del azote del abigeato; no hay municipio que no haya sentido el flagelo de esos sujetos que ahora, bajo nuevas formas llegan a los corrales, a los agostaderos y matan, pelan, destazan y se llevan la carne al mercado, a los puntos de venta estatales o nacionales sin que nada ni nadie los detenga.
Hace ya casi un año, ganaderos del sur del estado hacían comentarios en torno al tema y a los ladrones los llamaban pelavacas, porque dejan los pellejos, los cueros pues, en el lugar de los hechos y aunque hacen las denuncias ante “quien corresponda”, las respuestas o no llegan o se quedan en el aire, es más, hay registro de denuncias en las que ha quedado asentado que los afectados, logran detener al ladrón, pero al acudir a presentar la denuncia, han sido considerados como plagiarios: la autoridad deja libre al pelavacas y detienen al afectado, así están las cosas en este mundo que nos tocó vivir.
Las marchas traen consecuencias para el buen desarrollo de las actividades comerciales y turísticas en el Centro Histórico de la bizarra capital y la economía zacatecana debe de reactivarse, no debe de estar a la espera del flujo de dinero que llegará de las cosechas de frijol principalmente, un asunto que pronto tendrá soluciones definitivamente positivas para los productores de este grano. La presión que ejercen las organizaciones campesinas, fundamentalmente las de izquierda, tienen sus lecturas meramente políticas y los llamados a la unidad y a no malbaratar el frijol, desde los gobiernos federal y estatal han dado resultados porque, hay que decirlo, el frijol se ha estado vendiendo a precios que oscilan entre los cinco y doce pesos, vendido “por fuera”. Existe la esperanza de conseguir una buena comercialización de la mayor parte de la cosecha de esta legumbre, gramínea o leguminosa, como usted la quiera llamar, no hay purrún.
Y ya de vuelta al principio, antes de llegar al fin, los pleitos políticos y de políticos, son como la sequía, recurrentes, cada año y en cada proceso electoral se hacen presentes porque “todos los que aspiran han hecho méritos” y piensan, creen y sostienen que ya desde ahora “merecen la grande” y bueno, aunque aún falta un buen tramo para llegar a la elección, los que aspiran y respiran se mueven ya de diferentes formas. Unos se subieron (o los subieron) al pandero desde hace meses, otros se acaban de subir, no importa el cómo, pero se subieron y otros más están a la espera de “los tiempos”, eso dicen los que se mueven en la tenebra electorera y electoral.
Decía Gloria Trevi en una de sus tantas canciones pegajosas: y voy, y voy, y voy…voy a traer el pelo suelto… y lo traía suelto. En el ir y venir de la vida, hay quienes dicen que “van a hacer, que van a tratar de ayudar, que van a resolver, a decir, a demandar”. Mejor deberían de decir: “hice, conseguí, demande, logré…”, ¿o no cree usted?
En el Congreso de la Unión, los tirones presupuestales han seguido y el campo, si no se descuidan los legisladores zacatecanos, podría salir beneficiado y más que nada, porque hay quienes saben desde otras esferas cabildear y lograr beneficios para el sector agropecuario zacatecano. El campo zacatecano no ha estado en el abandono, ha estado así porque los campesinos así lo han querido, se han conformado con las migajas que les dan los dirigentes de esas organizaciones campesinas que solamente existen para el beneficio de unos cuantos.
Zacatecas no se merece eso, la verdad. Zacatecas merece más.
Nos veremos en la próxima entrega. ■
