Sábado, ‘Día de los Muertos’
siempre recuerdo esa fecha.
Literatos mexicanos
jugaban a la rayuela,
«nunquita» se imaginaron
cómo acabaría la fiesta.
Ronca cantaba Chavela,
chupándole a su mezcal,
mientras ‘La Doña’ escuchaba
a su flaquito tocar;
Solís y don José Alfredo
jugaban otro conquian.
«Cuatro», gritó Carlos Fuentes;
«seis», contestó don Andrés;
«ocho», les rimó Sabines;
«diez», les ganó Juana Inés,
pero siempre comenzaba
la rayuela al revés.
Luego murió Monsiváis
y le tocó llevar pan,
pa’ alimentar a los gatos
que lo esperaban allá;
Rulfo, Lizardi y Neruda
lo esperaban pa’ jugar.
Canta, canta, palomita,
canta, palomita negra,
avísale a Saramago
que le toca en la rayuela,
que lo estamos esperando
todos los muertos de Letras.
Cortázar y sus cronopios
siguen bailando a las famas,
y seguido se reúnen
para bailar en Kumbala,
porque muertitos y flacos
a quién le importa la fama.
La muerte que era maestra
llegó toda vapuleada,
pues le partieron la madre
los hijos de la chingada,
pitufos y granaderos
que le dieron de patadas.
Sálvanos Santa Cecilia,
santa patrona de Letras;
sálvanos a los letrinos
de las reformas culeras,
pa’ que juguemos rayuela
el próximo ‘Día de Muertos’.