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jueves, 28 marzo, 2024
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Lo que las noticias callan, las marchas lo gritan

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Por: LUCÍA MEDINA SUÁREZ DEL REAL •

«Anoche fue encontrado el cadáver de Eustasio Pélaez en la calle del polígono industrial C-40. Momentos antes se había visto por el lugar a Higinio Gurméndez, con el que tenía un litigio por unas tierras”. Estas palabras, las primeras de la contraportada, fueron suficientes para convencerme de comprar el libro La información del silencio: cómo se miente contando hechos verdaderos de Alex Grijelmo (editorial Taurus), libro que pretende teorizar respecto a las “manipulaciones informativas basadas en los trucos de silencio: esa forma de decir callando, de contar medias verdades.

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Esas medias verdades que sostienen nuestras relaciones amorosas, que evitan nuestros despidos, y que nos hacen tolerable la realidad, son las mismas que nos mantienen en casa calladitos y quietecitos incluso después de ver los noticieros.

Hoy algunos maestros en paro laboral, pocos en mi percepción, si los comparamos con otras épocas, son acosados por los padres de familia dueños de los bolsillos que los docentes cuidan con esas acciones. Jefes de familia y ciudadanos en general que azuzados por algunos medios de comunicación están prestos frente a las cámaras de televisión para reclamar el regreso a clases.

Gente les han hecho creer que la rebeldía contra la reforma educativa se limita a que los maestros se niegan a ser evaluados, lo cual sería de por sí discutible, ¿evaluamos a los funcionarios a riesgo de ser despedido si reprueban?, ¿a los diputados?, ¿a los gobernadores? Personas que ignoran que parte de la reforma educativa que tiene en pie de lucha a tantos maestros en el país impone la “autogestión educativa”, que en el artículo 22 de la Ley General de Educación dice “se fortalecerá la capacidad de gestión de las autoridades escolares y los padres de familia”, y en la fracción 3, inciso A): “Fortalecer la autonomía de gestión de las escuelas ante los órdenes de gobierno que corresponda con el objetivo de mejorar su infraestructura, comprar materiales educativos, resolver problemas de operación básicos y propiciar condiciones de participación para que alumnos, maestros, bajo el liderazgo del director, se involucren en la resolución de los retos que cada escuela enfrenta”. Lo que traducido sin los silencios de los que habla Grijelmo significa: “que cada quien se rasque con sus propias uñas”.

La realidad despierta ya hasta a los que se negaban a hacerlo: el viernes 11 de octubre en La Jornada Veracruz se publicó la nota: “Inicia ‘autogestión’; llegan recibos de luz por miles de pesos a escuelas” en la que se da cuenta de decenas de escuelas con recibos de luz por 24 mil pesos, 33 mil pesos, 13 mil pesos etc., como han llegado siempre, pero esta vez sin la marca de agua que antes señalaba que el monto sería condonado. Ahora toca a alumnos, maestros, padres de familia y director “autogestar” el dinero con qué pagar dichos recibos que por cierto, no pagan hoteles lujosos y algunas repetidoras de Telmex según denunció el Sindicato Mexicano de Electricistas en 2009.

En esos silencios se nos fue también la trampa que denuncia la cooperativa Pascual que produce los jugos Boing. Esta empresa, reconocida por Greenpeace por estar libre de transgénicos, y famosa por su solidaridad con algunos movimientos sociales (donó 36 mil botellas de agua para los maestros en resistencia), advierte que el impuesto con el que se pretende prevenir la obesidad y aumentado un peso al costo de las bebida azucaradas, se dirige justo a este sector, a las “azucaradas”, y no a las “endulzadas”. Es decir, irá contra los que usan azúcar de caña, pero dejaría fuera a bebidas que utilicen jarabe de fructuosa, siempre y cuando se cuente con un buen abogado como seguramente lo tiene Coca Cola.

Tan engañosos son los silencios, que a veces hasta el que manda, cae. Según estudio hecho por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) el seguro de desempleo que es casi una beca quinquenal pondría en riesgo la supervivencia del infonavit a quien obligaría a reducir sus operaciones hasta en 70 por ciento, disminuyendo y encareciendo los créditos que hoy otorga, pues es del fondo de vivienda de donde se financiará ese seguro. Las consecuencias de ello será, según los propios priístas, un deterioro de las finanzas de Infonavit, aumento de cartera vencida, daño a la industria de vivienda, y mermas en la capacidad de compra o bien, tener que prolongar los plazos de pago en 15 o 20 por ciento.

Contra esos silencios, contra esa letra chiquita que nadie nos lee en la televisión, que nadie nos anuncia en sus campañas, la gente sale a protestar. Más valdría echar una mirada a sus razones antes de reclamar el tiempo que nos hacen perder, que aunque valioso, puede ser mucho menor comparado con lo que perderíamos si no salieran a las calles. ■

@luciamedinas

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