13.8 C
Zacatecas
jueves, 25 abril, 2024
spot_img

Reflexiones sobre José Mujica

Más Leídas

- Publicidad -

Por: LUCÍA DE LEÓN •

La semana pasada concluyó la Asamblea General de la ONU, en donde distintos representantes de organizaciones de todo el mundo se reunieron en la ciudad de la diversidad de filosofías, estilos y nacionalidades por excelencia, Nueva York, para discutir sobre el futuro del mundo.

- Publicidad -

En esta ocasión, el presidente uruguayo José Mujica volvió a pronunciar un discurso, como ya lo había hecho en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro, que sorprendió por su corte más que científico, existencial.

Mujica, nacido en el 20 de mayo de 1935 en Montevideo Uruguay, creció en un barrio mitad rural y mitad clase obrera. Desde joven vio el rostro del hambre y platica que vivió días en que lo único para comer era un trozo de pan en todo el día, pero era preferible darlo a mujeres o niños porque algunos no tenían ni eso. Así fue creciendo y en los años sesenta se integró al Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, con el que participó en operativos guerrilleros al tiempo que trabajaba en su chacra (casa en zona rural). Fue opositor a la dictadura uruguaya (1973-1985) y resultó herido con seis balazos. Lo arrestaron cuatro veces de las cuales en dos logró fugarse; en total, pasó casi quince años de su vida en prisión, once de ellos en condiciones de aislamiento, padeciendo como muchos partidarios de la izquierda torturas físicas y psicológicas. En las cárceles uruguayas murieron cerca de un centenar de prisioneros políticos y continúan desaparecidas otras ciento cuarenta personas.

Fue con el fin de la dictadura que él y su esposa dejaron las armas y se incorporaron a la vida política formal y después de una trayectoria como luchador social de más de 45 años llega a la presidencia de Uruguay. El primero de marzo de 2010 presta juramento y pronuncia un discurso donde retoma su pasado y formación de izquierda. Desde hace muchos años, el presidente y su esposa viven con gran austeridad y en entrevista ha comentado que si no se cocina él mismo su comida, no come.

Decidieron permanecer viviendo en su pequeña y modesta chacra y no mudarse a la residencia presidencial, que da refugio en los meses fríos a los indigentes en caso de que los albergues se llenen. En su chacra cultivan flores como actividad económica para el día en que su trabajo como presidente termine. En su juventud, él vendía flores en el mercado.

Actualmente 90 por ciento de su salario lo dona para el partido y la gente más necesitada; viven como clase media. Pasó su vida luchando por la justicia e igualdad social, por lo que sería una incongruencia no vivir como el pueblo al que representa afirma Mujica. A la vuelta del tiempo y la lejanía de las cosas tan duras que vivió, afirma que precisa poco para vivir.

Lamenta el haber convertido en dios a la cultura consumista. Afirma que independientemente de los acuerdos a los que se llegue en la ONU, mismos que serán todos dignos de celebrarse por ser acuerdos entre los países; lo esencial es replantearnos dónde está la verdadera felicidad.

Parece que se ha perdido el verdadero sentido de la vida. ¿Qué es la felicidad? En su discurso él propone respondernos esto para retomar el rumbo de un futuro sustentable. “Vivimos en medio de la civilización del despilfarro. Piensen que estamos vivos por milagro, que estamos vivos por milagro, y nada vale más que la vida misma”.

Actualmente Uruguay es considerado el país más plenamente democrático de Sudamérica (según un informe publicado por la revista británica The Economist), ubicado en el puesto 27 sobre un total de 167 naciones, y es el segundo de Latinoamérica, sólo después de Chile, en la tabla de países con menos índice de percepción de corrupción (elaborado por la organización de Transparencia Internacional). Su presidente, un hombre a quien más que atraerle el poder, se ha dejado seducir por simple presente. ■

[email protected]

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -