Moscú. Nadezhda Tolokonnikova suspendió este martes la huelga de hambre que mantuvo durante nueve dias después de que Vladimir Lukin, comisionado para los Derechos Humanos de Rusia, instancia dependiente del Kremlin, se entrevistó con ella en el hospital y le dio su palabra de que sería reubicada a otro centro penitenciario.
La activista de Pussy Riot, que cumple condena de dos años de prisión por cantar una oración punk contra el presidente Vladimir Putin en la catedral ortodoxa de Moscú, inició el ayuno el lunes de la semana anterior, tras denunciar que la administración del centro penitenciario IK-14 de Mordovia (600 kilómetros al este de la capital rusa) la había amenazado de muerte y y exigir que su pusiera fin a las condiciones “infrahumanas” a que someten a las reclusas.
Tolokonnikova permanecerá un tiempo bajo observación médica en el hospital y hoy empezó “una dieta especial”, según informó el diputado Iliá Ponomariov, quien también estuvo presente en la reunión con ella.
Desde el pasado viernes, las autoridades del centro penitenciario no han permitido que la visiten o hablen por teléfono con ella ni su marido, Piotr Versilov, ni sus abogados, alegando que se encongtraba en estado “muy grave”.
Los médicos dijeron hoy que su salud sigue siendo “delicada”, pero ya es “estable”, después de que le pusieron suero.
Los miembros del consejo de derechos humanos que visitaron el IK-14 presentarán al presidente Putin un informe con sus conclusiones, el jueves de esta semana, pero ya varios –a título personal– adelantaron que las denuncias de Tolokonnikova “se confirmaron parcialmente”, en lo referente al régimen de trabajo por encima de las 8 horas de ley, la falta de días de descanso y los castigos infligidos a las reclusas. No encontraron “evidencias” ni “testigos” que corroboren las amenazas de muerte.
Tolokonnikova, a quien le fue negado el beneficio de la libertad condicional desde que cumplió la mitad de su condena, deberá quedar en libertad en marzo de 2014.
