El ex rector de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Alfredo Femat Bañuelos, dijo que él no es “quién” para decir si se justifica o es correcta o no la huelga que inició el miércoles en la Máxima Casa de Estudios por decisión de los trabajadores.
Por el contrario, consideró que una huelga en la Universidad, después de 25 años, sólo evidencia el abandono presupuestal de los gobiernos a la educación pública.
Dijo que el líder del Sindicato de Trabajadores de la UAZ (Stuaz), Rafael Rodríguez Espino, ha sido muy claro en la demanda de los agremiados, quienes quieren tener la garantía de que las cuotas que se les rebajan vayan a dar ISSSTE, Fovissste y el SAR. Además de tener la certeza de qué se hará con los adeudos pendientes y qué acciones se tomarán para que ese dinero no se use para otros asuntos.
De modo que el sindicato tiene su lógica propia y dinámica interna, por lo que la descalificación legal de la huelga le corresponderá hacerla o no a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCyA), el resto no dejan de ser simples comentarios y únicamente opinó que urge se instale una mesa de negociación entre la Rectoría y el Stuaz.
Sin embargo, para el también diputado local, el que después de décadas haya estallado la huelga en la UAZ es un síntoma de la crisis educativa del país por la falta de recursos públicos, lo que ha provocado que las autoridades universitarias hagan “malabares” para que la institución opere; “el mayor crimen es que las universidades abran las puertas a los jóvenes y si no lo quieren así, entonces que deroguen el artículo tercero constitucional”.
Alfredo Femat, ahora diputado por el PT en la 61 Legislatura, justamente aludió a que una de las demandas de los trabajadores es que ya no se tome el dinero que les descuentan para seguridad social para el pago de nómina, debido a que no les alcanza pagar liquidar este rubro, aunque no sea correcto. El problema de fondo sólo se resolverá ampliando el techo financiero.
La dinámica de la globalización y el neoliberalismo es que la sociedad se rija totalmente por el mercado y a las universidades se les tiene un proceso permanente de privatización, de que cada vez les es más difícil conseguir recursos públicos, comentó.
De modo que la UAZ no ha podido estar fuera de esa lógica y, por ende, tiene problemas para seguir solventando sus necesidades al tener uno de los presupuestos por alumno de los más bajos del país, y aunque esa discusión la han dado todos los rectores, nunca se les ha podido aclarar por qué motivo en la Universidad de Yucatán se otorgan 90 mil pesos anuales por alumno y aquí son 23 mil pesos.
Es así que el presupuesto algunas veces depende de las relaciones políticas que se tienen con el centro de poder del país; al no haber criterios claros en la asignación de recursos, la UAZ ha sido de las más afectadas. Incluso a nivel estatal del Ejecutivo local recibe 13 por ciento de su presupuesto, mientras que el promedio nacional es de 33 por ciento, agregó.
