Ayer inició el periodo ordinario de sesiones la Legislatura local. Los jóvenes del 132 le ponen el sello simbólico al arranque. Muchos temas quedaron pendientes o, al menos, incompletos. Por ejemplo, en relación a las candidaturas independientes será necesario corregir los errores cometidos por la Legislatura saliente, y trabajar con más calma una ley que en verdad estimule la participación a los ciudadanos sin partido y se les dote de condiciones de equidad respecto a los partidos políticos.
Junto a esta iniciativa de reforma política están las propuestas sobre referéndum y plebiscito, que tienen umbrales muy altos y son inaccesibles, y la exclusión de la revocación de mandato. Será necesario retomar dichos temas para afinar y armar una ley de participación ciudadana que realmente dé acceso a la misma y no sea una simulación como lo es actualmente. Otra materia pendiente es la transparencia de la propia cámara y la exigencia de ésta a los órganos del Ejecutivo: estos años fueron de disminución en los índices sobre transparencia, según lo documentó la Unidad Académica de Matemáticas.
Otro tema muy sensible es el impulso o no, de las políticas en el tema migratorio. En el último presupuesto se destinaron recursos nimios a esta cuestión y, en el caso específico de los ex braceros, se les excluyó de todo recurso. Ahora está el compromiso de subir el monto a los programas del Instituto Estatal de Migración y volver a meter al presupuesto a los esforzados ex braceros. Asimismo, dentro de los temas presupuestales más importantes, están en la agenda los programas y recursos estatales para la creación de micro y pequeñas empresas; y el sensible tema de la UAZ: ahora mismo Zacatecas aporta únicamente 16 por ciento del presupuesto universitario, cuando la media nacional es 34 por ciento de aportación de los estados a sus respectivas universidades. Mínimo, por tanto, deberán revisar cómo aproximarse a la media nacional.
En el caso de la función de control del trabajo del Ejecutivo, veremos si la revisión del informe recientemente entregado es seria, o sólo serán las tradicionales pasarelas sin impacto ni relevancia. Veremos qué tan autónoma será esta Legislatura. Urge la innovación legislativa en el rubro de rendición de cuentas, tanto en concepción como en formato. Deberán pedir los documentos justificatorios de los programas, para tener los referentes de evaluación de los informes, así como la entrada de la academia en ese proceso de revisión. Avanzar en este renglón estratégico, requiere voluntad de innovación.
Finalmente, tendrán que tener una posición en relación a todas las iniciativas congeladas, como las orientadas a combatir la corrupción y aquella donde se reconocían los derechos civiles a las personas del mismo sexo, a través de la aprobación de las sociedades de convivencia. En suma, cada que hay un comienzo se despiertan las esperanzas de renovación; y en este caso, para que los legisladores renueven su imagen ante la ciudadanía, se requeriría que la nueva Legislatura fuera especialmente innovadora.
