Los legisladores federales zacatecanos han cumplido un año. Para evaluar el desempeño de un legislador, si no queremos caer en opiniones influenciadas por filias o fobias partidarias, deberemos contar con criterios objetivos, como los utilizados en la academia al construir los índices más idóneos. Utilizaremos cuatro criterios (que contemplan prácticamente todos los índices propuestos), para apoyar nuestra opinión.
En primer lugar, la cantidad y calidad de las iniciativas: la cantidad ha sido escasa, y la calidad, que se refiere al impacto de las mismas para resolver problemas nacionales de fondo, no hay una aprobada que ayude a los zacatecanos.
Esto es, la formulación de iniciativas legislativas que se vinculen a la solución de problemas importantes no ha ocurrido. Todas las iniciativas de las llamadas reformas estructurales, han sido presentadas por el Ejecutivo federal y negociadas en el Consejo Rector del Pacto por México. De parte de los legisladores zacatecanos, a la fecha, sólo se tiene la referente a la minería y está en la congeladora. En segundo lugar, un criterio esencial es la autonomía del legislador respecto a los aparatos del Poder Ejecutivo y de sus propios cuerpos partidarios, ya que una vez electo, el diputado o senador se convierte en representante de todos los mexicanos y zacatecanos, no sólo de su partido. En este renglón, el déficit es absoluto: sobre todo los diputados se han portado como sirvientes de su fracción, con nula autonomía. La conducta de los mismos está normada completamente por la línea que va del Ejecutivo a los líderes partidarios, y de estos a los representantes populares.
Las votaciones no dejan lugar a dudas: los zacatecanos están disciplinados como a la vieja usanza. Este rasgo lleva a uno tercero de manera natural: su práctica democrática. El hecho de que consulten a sus electores y presenten informes, lo que se denomina rendición de cuentas.
No se ha visto que ningún diputado o senador, haya realizado algún foro o consulta para normar su conducta legislativa, o al menos, para informar y justificar ante los diferentes sectores zacatecanos la orientación de su voto y opinión. A los únicos que consultan es a sus líderes políticos, hay un olvido de los ciudadanos que representan. Por ejemplo, en la polémica reforma educativa jamás llamaron a algún espacio deliberativo para justificar la postura que tendrían en la misma al interior de la cámara. Jamás se justificó ante los zacatecanos la orientación del posicionamiento tomado.
Por último, su principal bandera: la gestión de recursos para Zacatecas. ¿Ha sido eficaz? Ahora mismo hay varias crisis por falta de recursos y los legisladores (con muy pocas excepciones) no se han preocupado sobre las mismas. Por ejemplo, en el caso de déficit financiero de la Universidad, en lugar de abanderar el crecimiento de la educación superior en la entidad, claman por el recorte y el detenimiento de la misma. En pocos días iniciará el debate sobre el presupuesto, esperamos que en este año se reivindiquen con el estado que representan, y no sólo se plieguen a las exigencias del Ejecutivo como en el presupuesto inercial del año que concluye. Sus promesas de campaña fueron de alta expectativa, los ciudadanos los mediremos respecto a las mismas.
