La Universidad Autónoma de Zacatecas logró salir de sus problemas financieros cuando le entregó al ISSSTE en cheques, billetes, pesos e inmuebles, lo suficiente para saldar aquellos adeudos que parecían insalvables, impagables.
Con el paso del tiempo, llegan perredistas al gobierno y a la Rectoría de la Universidad Autónoma de Zacatecas, personajes como Rogelio Cárdenas Hernández, luego Alfredo Femat Bañuelos y a la postre, el buen amigo Francisco Javier Domínguez Garay, seguido por Armando Silva Cháirez, que quería renunciar seguramente por presiones de los grupos políticos de dentro y de fuera. No hay necesidad de mencionar a rectores anteriores, simplemente a estos tres porque las deudas se hicieron, nacieron, crecieron, ventilaron en estos períodos, cuando Ricardo y Amalia traían los hilitos del poder. Sí había deudas, claro que las había desde los tiempos del Tuto Díaz Casas o de Paco la Borrega Flores Sandoval.
En los últimos diez o doce años, hubo acuerdos entre la Secretaría de Gobernación y nuestra Máxima Casa de Estudios, acuerdos que de haberse cumplido, no andaría Silva Cháirez con el niño atravesado. Entre esos “arreglos” podemos mencionar algunos de relevancia vital: la universidad, para poder salir del bache financiero, debería de ajustarse al presupuesto y no crecer en más centros (como los “campus universitarios” que ya están trabajando en varios municipios), construidos al parecer fuera de presupuestos o no aprobados por la autoridad correspondiente, en este caso, la Secretaría de Educación.
Establecer más centros, obliga a contratar más personal académico, mas maestros, más trabajadores de todo tipo y todo en su conjunto, genera la aplicación de presupuestos mayores para pago de salarios, servicios y el más grande de todos, el pago de los servicios de salud al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Hablamos de periodos concretos, dos sexenios, tres rectores, hasta donde llega la responsabilidad de cada uno de ellos en este asunto del endeudamiento de la Universidad. Femat, para conseguir el triunfo cuando llegó a la Rectoría, aventó la casa por la ventana al contratar a centenares de maestros.
¿Quién le está causando tantos males a la UAZ y desde cuándo?, las universidades públicas han tenido respaldo y apoyo financiero, pero lo más acercado a la realidad es que han dejado el camino libre a los excesos y el dinero no alcanza, ya lo decíamos en la entrega anterior, para mantener a zánganos incrustados en instituciones nobles con nóminas obesas. El remedio llegará, eso no hay que dudarlo, ¿pero a costa de qué, de cuántos y de quién?
Y ya encarrerado el ratón…en el campo, al igual que en las instituciones educativas, los recursos, “cuando no se destinan para lo que se deben de destinar”, se pierden y sin saber a donde, como la tierra de capa arable que se llevan los vientos.
El buen temporal ha logrado tranquilizar a los zacatecanos que trabajan la tierra y bien y a aquellos que también destinan buena parte de sus días al cuidado de sus hatos ganaderos. Habrá buena cosecha de granos, de frutales y hortalizas y el ganado podrá recuperar su peso con los agostaderos recargados. Aquellos que siembran sus tierras bajo algún sistema de riego, saben que tendrán agua en los períodos de estiaje, no la suficiente porque las presas no han logrado recuperarse del todo, pero tendrán agua, que es lo que importa y más, por el gran número de bordos que en esta administración se han construido.
Y ahora, lo que representa un problema similar a un huracán y que pudiera convertirse en “tormenta tropical”, es el futuro de las instalaciones de la unión ganadera regional, organismo que atraviesa también por problemas financieros, generados de igual manera por esos dos actores políticos ya mencionados. En cada una de las 58 asociaciones ganaderas locales se van a llevar a cabo los relevos en los consejos directivos. Los tambores de guerra suenan ya con rumbo a las elecciones federales y al sector ganadero lo estarán utilizando para conseguir sus fines quienes pretenden llegar la presidencia del consejo directivo de la Unión a quizás a alguna diputación federal.
Los partidos ya disfrutaron triunfos (unos) y derrotas (otros), ahora se aprestan a limpiar las armas para emprender la lucha hacia 2016. Seguro es que muchos de los que quedaron fuera de la danza de los jugosos salarios, anden ya en busca de los apoyos no obtenidos en contiendas anteriores, pero lo interesante y significativo habrá de ser el establecimiento del observatorio-mirador político electoral, en el que se registrará el movimiento de aquellos que siguen con el síndrome de chapulines o de batracios obedientes (tú dime rana y yo salto, qué caray).
Y mientras que las lluvias le siguen dando vida a los cultivos de casi casi todo el estado y ahuyentan las malas vibras de quienes siguen esa tendencia de querer desestabilizar la entidad con asaltos y secuestros, estaremos ya a la espera del tercer informe de gobierno de Miguel Alonso Reyes y de los anuncios que seguramente habrá de realizar en torno a las dependencias que, por la reingeniería administrativa aplicada recientemente quedaron acéfalas, hagamos reflexiones sobre aquellos que al interior de la 61 Legislatura que se estrenará el próximo 7 del mes patrio, luchan por conseguir el control de las presidencias de las comisiones más representativas, porque de ello dependerá el reino “de los cielos”.
Los nuevos legisladores no deberán de dejarse llevar por lo que dicen los refranes populares, como esos dos que dicen que “el más pelón se hace trenzas”, o aquel otro que reza”: en el país de ciegos, el tuerto es rey”.
Hasta aquí mi comentario, nos veremos en la próxima entrega.
