■ Ni vanagloriar ni denostar, sino entender el antes y el después de los hechos: académicos
■ Se revisa el evento para recuperarlo desde diversas perspectivas, asegura Soto Salazar
Ni vanagloriar ni denostar sino entender con mayor profundidad el antes y el después de la Toma de Zacatecas, es el reto que presenta la investigación que alrededor de 10 académicos tanto locales como nacionales han asumido para redimensionar y reconfigurar la que fuera la batalla decisiva para el triunfo de la Revolución Mexicana.
A 99 años de ésta y contando, dice Limonar Soto Salazar, investigador del Area de Historia del Centro INAH Zacatecas y director del proyecto que desembocará entre otras actividades de revisión de este evento, en la edición de un libro conmemorativo, el próximo año y en el contexto de los festejos institucionales por el centenario del acontecimiento, se recuperará desde diversas perspectivas y aristas, algunas antes desechadas por la historia oficial, este episodio.
Las penurias, sufrimientos y estragos que vivió la población civil de la capital de Zacatecas y las zonas aledañas, elementos que pocas veces han sido reseñados para su comprensión posterior, serán recuperados para esta generación y las venideras por Agueda Venegas, académica de la Universidad Autónoma de Hidalgo.
La situación del campo será estudiada en el acontecer de las haciendas y estancias circunvecinas, por ejemplo la de Trancoso o El Maguey, mismas que en aquella época abastecían a la ciudad y “malo era que llegaran los federales, malo que llegaran los revolucionarios” porque igualmente usurpaban animales, cosechas y bienes; por Margil Canizales, docente de la Universidad Autónoma de Zacatecas y cronista de Trancoso.
Lorena Salas Acevedo contribuirá con un ensayo sobre la destrucción de la ciudad, no solamente lo referido reiteradamente, aquél cañonazo que destruyó la Real Caja, sino de una manera más profunda y amplia.
Los destrozos incluyeron a La Ciudadela, acabada hasta sus cimientos, la estación del ferrocarril, la Hacienda de Cinco Señores, los fortines utilizados como puntos defensivos en torno a la ciudad y por supuesto, y otra vez ausente de la historia oficial, numerosos domicilios particulares, comenta Limonar Soto.
Las aportaciones incluyen los estudios generados por Guadalupe Villa, historiadora y a la par nieta del líder de la División del Norte y ganador de esta contienda militar. La investigadora del Instituto Mora ofrecerá “un novedoso” trabajo de análisis fotográfico de la Toma de Zacatecas.
Especialista en historia de la mujer y asistente por muchos años del mayor biógrafo de Francisco Villa, Friedrich Katz; la investigadora Martha Rocha, ofrecerá elementos sobre la participación de los cuerpos de sanidad en este evento, también especialmente recordado por el profuso derramamiento de sangre de los contendientes, elemento que de manera popular recuperó un corrido de la época.
Limonar Soto, realiza un estudio del bando huertista, “los malos de la película”. El general jerezano, Luis Medina Barrón; entre otros elementos, será objeto de esta investigación. La intención es recuperar a los protagonistas de la historia también. En este sentido también se incluirá a historiadores antes relegados por la oficialidad revolucionaria como Ignacio Muñoz, quien fuera miembro de los federales y participante en la batalla.
99 años y contando…La Toma de Zacatecas.
“No ha sido fácil abordar este tema” porque en el caso de Zacatecas pocos historiadores profesionales han tenido interés en su estudio, comenta Limonar Soto. La atención de los investigadores locales se ha centrado en periodos ocurridos antes del siglo 20. Los estudios sobre la Revolución y la Toma de Zacatecas han sido escasos.
Las fuentes documentales de la hemeroteca de la Biblioteca Central Mauricio Magdaleno y el Archivo Histórico de Zacatecas también son escasas o bien merman al corresponderse al año 1914, quizás, afirma, por el caos que se vivió en la ciudad, “el flaqueo” de las instituciones en aquella época, el acrecentamiento del conflicto o el abandono de la ciudad por sus pobladores.
Aún en el Archivo General de la Nación (ARGN), existen pocos documentos referidos a este hecho e incluso en el correspondiente del Ejército, no se encuentra un parte de guerra de esta batalla. La especulación de Limonar Soto es que se encuentre extraviado o haya sido sustraído, pues dice, “es una joya de la historia militar de México”, de la que sin embargo, sí se tienen referencias en otras fuentes.
La intención es reconstruir desde ambos bandos y la memoria colectiva así como desde diversas perspectivas académicas lo acontecido, no solamente desde el punto de vista de los partidarios de la Revolución, pues también los federales tenían su proyecto de nación, comenta.
Otro de los problemas a los que se enfrenta este cuerpo de historiadores, es el tiempo. Todos se dedican de manera personal a otros proyectos investigativos y se reúnen según sus agendas, a veces parcialmente, en lo que han denominado el seminario Buscando batallas. A cien años de la Toma de Zacatecas, que tendrá una sesión general a finales del 2013.
Para este momento o inicios del 2014 se prevé tener ya discutido, revisado y consensuado el producto final de estas investigaciones para su proceso de edición. El título del libro aún está pendiente y se definirá de manera colegiada pero necesariamente aludirá al carácter conmemorativo de este evento, a los 100 años de distancia de su acontecer.
