Una vez que fue presentada la iniciativa presidencial de la Reforma Energética se dejó sentir el alud de posicionamientos al respecto, mismos que van desde aquellos que señalan una tibieza exagerada por parte del Ejecutivo Federal hasta los que consideran a dicha iniciativa como el robo del siglo a la Nación.
Aquellos que ven en el presidente Peña Nieto una tibieza tal vez imaginaban una iniciativa que le diera manga ancha al capital extranjero y a los que hasta hoy son beneficiarios de los contratos leoninos que tienen con Pemex; la verdad, deberán esperar el cabildeo en el Congreso de la Unión.
La multitud de voces de la izquierda tiene como denominador común señalar a la iniciativa como un acto de orden político y económico que sumirá a México en una situación más penosa de lo que actualmente se encuentra. No ha existido una voz que se diferencie de las demás a partir de hacer un análisis pormenorizado de los efectos en términos de costo beneficio.
Una pregunta que guarda interés porque revela la falta de manejo estratégico del PRD es:
¿qué postura va a tomar frente al problema que significa ser signatario del Pacto por México?; dado que gran parte de sus bases están en contra de la iniciativa peñanietista. Se tendrán que ubicar en el contexto de lo planteado por su, aún, líder moral Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, con lo que internamente en ese partido empezará la disputa entre Ebrard y los Chuchos, sólo por mencionar a algunos; porque de que hay más tribus al interior de este partido ni duda cabe.
El Movimiento de Regeneración Nacional, con una gran experiencia en movilizaciones, puede ser quien conduzca el movimiento social en contra de la citada iniciativa. A fin de cuentas está en un tris el 2015 y es ahí donde, creo, radica también la apuesta de López Obrador y sus huestes. Casi es un hecho que a la versión de protesta de López Obrador se sume el Movimiento Ciudadano con diferentes actores como Dante y Monreal con intereses diferenciados donde, por supuesto, prevalecerán como siempre sus intereses personales.
Frente a esta multiplicidad de voces “reactivas”, no se ha pensado que en el marco de nuestro estado es posible generar un gran movimiento social, el cual en su suma no implique no distinguir las diferencias de quienes en él participen. Por el contrario a partir de reconocer dichas diferencias buscar la unidad política que derive no sólo en un frente único contra la iniciativa de la Reforma Energética sino que se prepare además, el terreno para la disputa organizada e inteligente por el 2015 y la gubernatura.
De lo contrario veremos desfilar a cada uno con sus propias consignas, deseos y temores sobre ¿qué hacer en los próximos eventos electorales? Dejando además de lado que la aplanadora del partido en el poder y su posible alianza con el panismo impongan un gobierno de derecha, que no tenga nada que ver con la problemática social, económica y cultural de Zacatecas.
Sin duda es una ardua tarea construir este gran movimiento social sin embargo, la ocasión nos lo permite. Estamos a la mitad en el cruce del río y no hemos visto que exista un tono democrático en el discurso gubernamental; se cierran cada vez más los espacios ciudadanos que marquen la diferencia y oxigenen a la sociedad civil.
Finalmente, se debe resaltar que está en nuestras manos y en nuestra decisión política construir un Zacatecas diferente, moderno; verdaderamente metropolitano para que podamos transitar al pensamiento del Ramón López Velarde, el poeta jerezano: Hacer de su tierra, la presencia en el mundo.
- Docente investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas
