«Los muertos que vos matáis, gozan de buena salud”, escribió en 1630 Juan Ruiz de Alarcón en la obra “La Verdad Sospechosa”, y esta es una frase que bien puede describir la situación actual política en este régimen, donde en menos de un mes, sale exonerado de prisión Raúl Salinas de Gortari, sale libre de su prisión en Miami, y sin cargos en nuestro país Sandra Ávila Beltrán mejor conocida como “La reina del sur”, y más recientemente, la semana pasada, también es liberado el mítico traficante de drogas Sinaloense Rafael Caro Quintero, el “Jefe de jefes”, todos ellos en medio de fuertes cuestionamientos hacia sus procesos jurídicos, que mas apuntan a oscuros intereses políticos que a un correcto proceso de procuración de justicia.
Es evidente que ante esto, debemos pensar que la justicia del país está supeditada a fuertes intereses políticos del salinismo, como también lo muestra el caso de la Líder del SNTE Elba Esther Gordillo, detenida en vísperas de la aprobación a la malamente denominada como “Reforma educativa”, en la que solamente se tocaron aspectos administrativos y laborales de los maestros, sin que los programas y contenidos educativos hayan sido modificados una coma o un punto, en cuyo marco apenas hace unos días se descubre que 225 millones de libros de texto gratuitos contienen 117 faltas de ortografía, algo imperdonable pero que muestra la verdadera situación que guarda la educación en nuestro país y el interés que muestra este régimen, conducido por un Enrique Peña Nieto, que en su momento no pudo siquiera recordar tres títulos de libros, algo muy sintomático.
No son los únicos personajes connotados que han salido de la cárcel durante este régimen, hace unos meses también causo indignación en nuestro país la liberación de la secuestradora de origen Francés, Florence Cassez con el mismo argumento de la existencia de irregularidades en su proceso, mismas que en todos los casos anteriores dejan abierta la puerta a la posibilidad que por línea política, por intereses mas allá de la procuración de justicia han sido dejados libres.
El caso de Raúl Salinas de Gortari merece especial atención, Han pasado ya 16 años desde aquel 18 de marzo de 1996, en que fue acusado formalmente de enriquecimiento ilícito, tras dicha investigación por parte de la Procuraduría General de la República, se dio a conocer el motivo por el cual fue demandado. En la instrucción de su proceso, con número 36/97, se declara que fueron 41 inmuebles en 9 entidades federativas, 12 cuentas de cheques, dos cuentas de ahorro, 36 cuentas de valores y dos contratos de acciones, los que obtuvo el entonces servidor público de la CONASUPO (la Compañía Nacional de Subsistencias Populares), mismos, que no justificó durante su función.
El monto del supuesto enriquecimiento ilícito, en un principio alcanzó los 181 millones de pesos, y no fue sino hasta diciembre de 1998 que esta tajada de dinero registró un ascenso de 224 millones, luego de que la PGR localizara 112 pruebas más que lo inculpaban, después de ser absuelto de cuatro procesos penales, donde se le acusaba de defraudación fiscal, peculado, lavado de dinero y del homicidio de José Francisco Ruiz Massieu, Raúl Salinas venció a la dependencia que lo acusaba, incluso, en 2009 la Procuraduría declararía abiertamente que no existían pruebas o elementos suficientes para acusarlo de tener algún vínculo directo con el narcotráfico, y después de tres sexenios y con el expediente más largo de la historia, que ha acumulado 270 tomos de su proceso está libre el hermano de Carlos Salinas de Gortari
Todo esto apunta a que la administración de Enrique Peña Nieto es solo una fachada donde gobierna tras bambalinas Carlos Salinas de Gortari, quien se está dedicando a la restauración del antiguo y complejo entramado de intereses y corrupción que fue construido durante su periodo, cuando signo el tratado de libre comercio y vendió una gran cantidad de paraestatales, entre ellas TELMEX y la Siderúrgica Lázaro Cárdenas las Truchas, y quien en su momento fuera acusado por el expresidente de la Republica Miguel de la Madrid de desvío de recursos, corrupción y vínculos con el narcotráfico y fraude electoral, para posteriormente retractarse en raras circunstancias, y ahora, este régimen retoma las mismas banderas privatizadoras que en su momento Salinas enarboló, y todo pareciera indicar que también está signando acuerdos con el crimen organizado.
No debemos soslayar esto, los pueblos que ignoran su historia están condenados a repetirla, y esto implica que volvamos a una época de oscurantismo, de corrupción generalizada y de desigualdad de la que gracias a la intervención de la oposición, de los partidos de izquierdas habíamos venido paliando, y que solo con la intervención del pueblo podremos remediar por completo, antes que nos despeñemos al abismo y perdamos hasta nuestra identidad como país, estamos mal, pero tenemos el riesgo de estar peor si no reaccionamos y sumamos fuerzas para dejar atrás definitivamente ese oscuro momento histórico de nuestro país. ■
