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viernes, 19 abril, 2024
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De mal en peor

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Por: LEONEL CONTRERAS BETANCOURT •

«Antes si no tenías una palanca o un amigo en la SEP o en el sindicato pues no tenías base, pero ahora está más fácil, sacas 3 y tienes plaza, así que con que me saque 3.5 pues ya la hice”, tales fueron las declaraciones que expresó riéndose, un asesor pedagógico en Literatura de una escuela particular, dadas al periódico Reforma (15 de julio de 2013), justo el día en que se presentó al Concurso o Examen Nacional de Conocimientos y Habilidades Docentes 2013-2014.

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Y efectivamente, para ganarse una plaza directa o quedar en la lista de prelación, sólo bastaba contestar correctamente 37 de las 120 preguntas de las que constó el examen. Sin embargo, pecan de ingenuos quienes crean que por que ya existen los concursos, las palancas o amigos o funcionarios influyentes han dejado de existir para recomendar la asignación de plazas.

Entre un concurso y otro, en el camino mientras se entregan plazas e interinatos a los prelacionados se da una que otra plaza a los cuates. Pero además, las plazas que se ponen a concurso no son todas las que son o existen y que deberían ser las vacantes. Este último cuestionamiento lo hace el extitular de la Unidad de Planeación y Evaluación de la SEP, Jorge Santibañez, quien agrega que al no someterse a concurso todas las vacantes y exceptuar las plazas de Oaxaca y Michoacán, el examen pierde su carácter de nacional, y lo que es peor, hubo estados como Aguascalientes en lo que no se sometió a concurso ninguna plaza de jornada (Reforma, 22 de julio de 2013).

Acaso en la vecina entidad, ¿no hubo jubilados en el transcurso del último ciclo escolar?, ¿la población en edad escolar en lugar de crecer, decreció? o ¿era tal la cantidad de comisionados y aviadores que tenía o tiene, que al ser reubicados, éstos ocuparon las vacantes que debieron concursarse? Lo cierto es que el examen o concurso para la obtención de plazas que ya lleva ocho años haciéndose, hasta ahora ni es nacional ni es abierto, siendo un dique más que un aliciente para elevar la calidad educativa. Cada estado amparándose en el dichoso y fallido federalismo educativo que comienza por la asignación y manejo de los presupuestos, fija sus propios criterios y condiciones.

Contrario al balance que hacen los medios sobre los resultados del concurso 2013-2014 para la obtención de plazas, el subsecretario de Planeación de la Seduzac, considera que los “resultados son competitivos”. Sin embargo en sus propias palabras (NTR, 25 de julio de 2013), los resultados de este año en relación con los del anterior en los que los maestros zacatecanos y aspirantes a ganar una plaza se ubicaron por encima de los de nueve estados, en esta última versión del concurso, “bajaronescalones”.
Fueron cinco escalones para ser precisos, pues al obtener el quinto peor puntaje en promedio, solo por abajo se ubicaron Tabasco, Nayarit, Coahuila y Baja California (La Jornada Zacatecas, 24 de julio, 2013). Lo que significa que en este año, en relación con el anterior vamos de mal en peor. Más peor al saber que los profesores en servicio pero sin plaza que concursaron resultaron con puntajes más bajos a los de nuevo ingreso, lo que da una ideadelapreparación y actualización de los docentes. Según el NTR (25 de julio, 2013) los profesores en activo examinados obtuvieron el último lugar nacional en los rubros de habilidades intelectuales y competencias docentes. En estos dos aspectos y en el de conocimientos de la educación básica, Zacatecas quedó por debajo de la media nacional. Lo que nos da una idea del subdesarrollo educativo en el que nos encontramos. Con todo y eso, los aspirantes zacatecanos que participaron por una plaza no les fue tan mal, y ése puede ser su mejor consuelo, de mil 58 que se presentaron al examen, mil dos quedaron entre los candidatos a ganar un destino laboral, siendo sólo 56 los “no aceptables”. Ahora sólo les resta esperar las vacantes que generen quienes se jubilen o Dios no lo quiera, se mueran o renuncien en el transcurso del siguiente ciclo escolar.

Antes de la era de los concursos las plazas, haciendo un lado las reservadas a los recomendados y demás palancudos o apalancados, se regían por la oferta y la demanda sin que se supiera el nivel real de preparación de los que las obtenían. Hasta ahora se han realizado ocho concursos. En los tres primeros se requería para entrar en la lista de prelación constar bien el 70 por ciento de los aciertos, pero a partir de 2009 con la entrada en vigencia de la Alianza por la Calidad de la Educación, el SNTE, al ver el bajo nivel mostrado, recurriendo al entonces poder omnímodo quetenía Elba Esther Gordillo, negoció que la exigencia se bajara a 31por ciento.

En una escala rigurosa del 1 al 10, a nivel nacional siete de cada diez aspirantes para ocupar una plaza en el nivel básico reprobaron el examen. La conclusión con base en estos números fríos que se saca es que, además de ser un país de alumnos reprobados, México también sigue siendo un país de maestros reprobados. ■

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