La sobreexplotación de los mantos acuíferos por la actividad agrícola debido a la falta de tecnificación en los sistemas de riego podría provocar la desaparición de algunos productos que se cultivan en la entidad, expuso el director de Coordinación y Vinculación del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), Francisco Echavarría Cháirez.
Con el abatimiento del agua subterránea cada vez es más costoso extraer el líquido del subsuelo, ya que se encuentra a una profundidad mayor y, por ello, es necesario gastar más electricidad para traerlo a la superficie.
El investigador aseguró que no se puede determinar cuáles serán los productos afectados si se continúa con el mal uso del agua en un lapso aproximado de 30 años, debido a que esto dependerá de la temporada agrícola concreta, así como del precio y la rentabilidad que en cada época tengan las diferentes cosechas.
Actualmente, por ejemplo, precisó que los cultivos menos rentables son los básicos como el maíz y el trigo, mientras que las hortalizas son las que generan mayores ingresos.
“Si el agua empieza a escasear y el costo del maíz o del trigo no es muy bueno, no paga, pues yo dejo de regar esos cultivos porque ya no van a ser costeables”, expuso el funcionario del Inifap, quien agregó que si se mantiene este gasto desmedido de agua llegará un momento en el que ni siquiera los cultivos más rentables puedan desarrollarse.
El elevado costo de los sistemas de riego es una de las causas principales por la que los productores no han adquirido esta tecnología, ya que para una sola hectárea de un producto que se cultive en surcos el precio de la maquinaria oscila entre los 15 y 30 mil pesos.
No obstante, esta inversión podría significar un ahorro de agua hasta de 50 por ciento, además de que se duplicaría la eficiencia de su uso.
El problema en este sentido, explicó Echavarría Cháirez, es que en muchas ocasiones los productores aprovechan el líquido que ahorran para ampliar su número de hectáreas, por lo que el consumo de agua es el mismo.
“Si en una hectárea iba a gastar 9 mil metros cúbicos y, después puedo ahorrar 45, es que puedo sembrar dos y sale lo mismo. Si después con ese ahorro establezco más hectáreas, produzco más con el mismo agua que iba a gastar, ya no hay ese ahorro”, explicó el investigador.
Sin embargo, la falta de tecnificación en los sistemas de riego no es el único rezago que en esta materia existe en el campo zacatecano, ya que en otros sistemas producto, como el de frijol, hace falta también un mayor aprovechamiento de las nuevas semillas para mejorar la producción.
“Pero la realidad es que se sigue teniendo muy poca adopción de las semillas certificadas”, expuso Francisco Echavarría y, entre las causas que apuntó para este uso escaso del recurso, está el costo de 25 pesos el kilo, lo cual no está al alcance de todos los productores.
Aun así, el investigador resaltó que hay otros ejemplos de aceptación de las innovaciones tecnológicas en el sector agrícola, con nuevos equipos y un mayor valor agregado en sus productos, como el caso del sistema producto chile y el de ajo.
