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viernes, 29 marzo, 2024
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La incertidumbre e inestabilidad económica, consecuencias del trabajo informal: vendedores

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Por: RAQUEL OLLAQUINDIA •

■ Advierten que carecen de un fondo de pensiones cuando ya no pueden laborar

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■ No tienen la capacidad económica para rentar un local en el Centro Histórico, afirman

Rubén Torres trabaja como vendedor de frutas en un puesto familiar ubicado a un costado del Jardín de la Madre, en el Centro Histórico de Zacatecas.

Sin embargo, el objetivo principal no es obtener ingresos para él, sino subsanar uno de los problemas que genera el trabajo informal: la falta de sustento económico después de la jubilación, por ejemplo, a través de un fondo de pensiones.

Por ello, la meta que tienen él y sus hermanos es la de mantener a su padre, de 83 años, a su madre y a un hermano, debido a que ellos se dedicaron por completo a sacar adelante el puesto, trabajando en la informalidad, por lo que ahora no cuentan con ningún beneficio económico después de su retiro.

“Se dedicó al 100 por ciento al negocio para darnos ahora sí que preparación a todos; entonces, él no cuenta con nada más que con algún ingreso de lo que se vende aquí de la fruta”, explicó este zacatecano de 42 años, quien además trabaja como auxiliar de oficina en la Universidad Autónoma de Zacatecas.

En la entidad, siete de cada 10 zacatecanos trabajan también de manera informal y, por lo tanto, acarrearán los mismos problemas que la familia Torres conforme pasen los años y llegue el momento de su jubilación.

Precisamente para evitar una situación así, Ana Marisol y su esposo, quienes venden nopales en Calera y en el centro de la capital zacatecana, han intentado obtener un empleo formal, aunque después de más de dos meses de búsqueda todavía no han logrado su objetivo.

“Mi esposo anda buscando un trabajo por lo mismo que aquí casi no, mientras tanto andamos en esto. Como terminó la prepa anda buscando trabajo, a ver si queda de Tránsito”, expuso la joven de 20 años.

Ingresos variables,
otro inconveniente

La incertidumbre financiera después de la jubilación no es el único inconveniente con el que deben lidiar los trabajadores del sector informal, ya que el hecho de no tener un ingreso fijo también genera inestabilidad económica en las familias.
Rubén Torres aseguró que cada semana invierten cerca de 7 mil pesos para surtir la venta, mientras que los ingresos son de poco más de mil pesos diarios, lo cual hace que las ganancias sean casi nulas.

Expuso que la posibilidad de entrar al comercio formal es una buena opción, pero los elevados costos de rentar un local en el Centro Histórico de la capital hacen que este deseo sea imposible de llevar a la práctica.

“Para pagar un local comercial en el centro sabemos que es de por lo menos de 6 a unos 10 mil pesos por mes, entonces es mucho dinero, mejor lo dejamos en pensamiento”, dijo este zacatecano.

Actualmente pagan casi 40 pesos diarios por derecho de piso y esta cantidad, aunque es mucho menor al desembolso que se realiza en un local establecido, es una merma considerable en sus ganancias.

Aunque después de 55 años, precisó Rubén, ya se han acostumbrado a la falta de ingresos fijos y a exprimir, día a día, lo que obtienen en sus ventas.

“Hemos aprendido a vivir así, a cuidar lo poco que hay. Son muchos años como para no haber aprendido que hay que cuidar lo poco que hay”, sentenció.

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