México, DF. La bailarina mexicana Elisa Carrillo impulsará el ballet entre personas de escasos recursos a través de la fundación que lleva su nombre.
El objetivo principal de la Fundación Elisa Carrillo Cabrera A.C será «fomentar el gusto por la danza en México, detectar talentos y ser coadyuvante de las instituciones para mejorar la educación y la formación dancística», dijo la primera bailarina del Ballet de la Ópera de Berlín y única mexicana en lograr ese cargo.
«También una de las misiones que tenemos es poder encontrar y descubrir nuevos talentos y ayudarlos a que puedan volar», añadió Carrillo durante la presentación el viernes de la fundación, que tuvo lugar en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).
Para lograr esta misión, la bailarina de 32 años busca el apoyo de instituciones, empresas, patrocinadores u organismos internacionales, pero también usará sus vínculos con el mundo de la danza y su posición como embajadora de la cultura mexicana en el extranjero.
La presentación tuvo lugar en el recinto cultural que alberga la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea, donde Elisa estudió entre 1987 y 1997 para luego formarse en Londres con una beca.
Su intención es retribuir su conocimiento para beneficio de jóvenes talentos de su país, no solamente del ballet, sino extenderlo después a otros ámbitos de la cultura y el arte.
Otra meta será presentar compañías de danza internacionales en su natal México, ofrecer clases con profesores destacados del extranjero y nacionales o mostrar que existen alternativas distintas a la delincuencia y la violencia.
La fundación, aún sin sede, está conformada por la intérprete de «La Esmeralda» y próximamente de «Onegin», sus padres y su esposo, el ruso Mikhail Kaniskin, también primer bailarín del Ballet de la Ópera de Berlín.
Antes de crear esta iniciativa, justo hace un año, Elisa Carrillo, junto con el gobierno del Estado de México, de donde es oriunda, otorgaron becas a niños y adolescentes con potencial para la danza.
Como parte de este apoyo, la bailarina y su esposo lograron que un colegio estatal de Alemania becara a un joven mexicano para estudiar danza en aquel país europeo.
Ese es precisamente el objetivo del nacimiento de este proyecto, aclaró Elisa, quien piensa dedicarse «a impulsar a las jóvenes generaciones de la danza» cuando llegue el momento de retirarse de los escenarios.
