El expresidente brasileño Luis Inacio Lula Da Silva expresó su apoyo a las manifestaciones contra la corrupción en su país y llamó al Partido de los Trabajadores, de la presidenta Dilma Rousseff, a una «renovación profunda».
«Creo que las manifestaciones son el reflejo de éxitos sociales, económicos y políticos», escribió Lula en un artículo titulado El mensaje de la juventud de Brasil, publicado este miércoles en The International Herald Tribune, edición internacional de The New York Times.
«Esos logros son significativos, pero es completamente natural que los jóvenes, especialmente los que están obteniendo cosas que sus padres nunca tuvieron, deseen más», agregó el exmandatario (2003-10).
Los jóvenes brasileros que salieron a la calle a finales de junio, en plena disputa de la Copa Confederaciones, no sufrieron los rigores de la dictadura militar de los años 60 y 70, ni los avatares inflacionarios de los 80, y quieren más cosas, como mejores servicios públicos, pero también acceso a la cultura, justificó Lula.
«Pero sobre todo, demandan instituciones políticas que sean más limpias y más transparentes» y alejadas del «anacrónico» sistema político y electoral brasileño, que ha sido «incapaz de lograr reformarse», afirmó el expresidente.
«La legitimidad de esas demandas no pueden ser negadas, incluso si es imposible cumplirlas rápidamente», aseguró Lula, un exobrero metalúrgico que supervisó durante sus dos periodos la irrupción del poder económico mundial de Brasil y el paso de millones de sus connacionales a la clase media.
«Una sociedad democrática está siempre cambiando, debatiendo y definiendo sus prioridades y desafíos, constantemente anhelando nuevos logros», escribió Lula, figura enormemente popular en Brasil.
Pero «sin partidos políticos no puede haber verdadera democracia», agregó, tocando un tema sensible en las multitudinarias manifestaciones, que mostraban rechazo a políticos de todas las tendencias.
Para el exmandatario, eso crea un «tremendo desafío» para todas las organizaciones políticas. Usar las redes sociales y las nuevas tecnologías de comunicación como «instrumentos de diálogo y no mera propaganda» podrían servir para traer un «aire fresco» y acercarlas a todos los sectores, aseguró.
En concreto, el reto también es para el gobernante Partido de los Trabajadores (izquierda), y que él fundo, ahora necesitado de una «renovación profunda», añadió.
Según Lula, el PT «debe recobrar sus contactos diarios con los movimientos sociales y ofrecer nuevas soluciones a los nuevos problemas, y hacer ambas cosas sin tratar a los jóvenes de forma paternalista».
Sin embargo, reiteró su respaldo a la convocatoria de la presidenta Rousseff, también líder del PT, a un plebiscito para acometer profundas reformas políticas, y que discute el Congreso.
«Claramente hay mucho por hacer. Es una buena noticia que nuestros jóvenes quieren luchar para garantizar que el cambio social continúe a un ritmo más intenso», concluyó.
