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viernes, 29 marzo, 2024
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Conciliación de los intereses ambientales con los económicos

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Por: ÁLVARO GARCÍA HERNÁNDEZ •

Creo sin temor a equivocarme que no hay muchos avances tratándose de la protección del ambiente sobre todo en el ámbito municipal; pese a las reuniones de Estocolmo en 1972, Río de Janeiro en 1992, Johannesburgo 2002 y Río+20, la conciencia ambiental es todavía raquítica, además existe una gran desinformación de los retos y soluciones que tenemos que aplicar para avanzar en las estrategias socio-ambientales. Percibo una ciudadanía aletargada, indiferente y desinformada. Esta opacidad social es aprovechada por el poder económico que se sirve con la cuchara grande de la riqueza que nos es común y que pertenece a las presentes y futuras generaciones. Existen diversos grados de opacidad, la más grave y oscura ocurre en los municipios con problemas ambientales graves como Monte Escobedo (deforestación), Saín Alto, Villa de Cos, Mazapil, Concepción del Oro, Noria de Angeles y Vetagrande (contaminación derivada por la extracción minera) quienes sólo dejan pasar cada tres años, las mismas condiciones de abandono y detrimento en la calidad de vida de la población. En el tema de la minería, las más de 2 mil 537 concesiones autorizadas para Zacatecas, amenazan con más saqueo de nuestros recursos naturales; tal parece ser que desde la Colonia, nos acostumbramos a que entren y se lleven cuanto quieran de Zacatecas a otros países como Canadá, Estados Unidos y China donde procesan el metal y nos lo regresan a precios altos e inalcanzables para muchos. En este contexto, como personas debemos fortalecer nuestra capacidad de gestión y defensa de nuestro patrimonio común tal como lo están haciendo en Cutzamala de Pinzón, mismos que establecieron como medida de presión, tomar simbólicamente la empresa (MEXHIDRO) que administra la presa El Gallo la cual genera el acaparamiento y agotamiento de los recursos hídricos; de esta forma 38 comunidades entre otras organizaciones ganaderas, pesqueras y civiles bajo las banderas de: “No al daño ecológico del Río Cutzamala” y, “Ya basta de la explotación de nuestros recursos naturales” se lanzan a la defensa de sus derechos humanos fundamentales relacionados con el ambiente, el agua y la alimentación. En el caso de Zacatecas, existen incipientes manifestaciones de defensa del ambiente y los recursos naturales; recordemos el caso de la comunidad de Salaverna en Mazapil, en la que el poder económico decidió reubicar a toda la población por así convenir a sus intereses; ante este evento, no hubo más que algunas esporádicas manifestaciones de apoyo, sin embargo, la comunidad en comento ha sido dejada a su suerte, peor aún, las 14 familias están ahora en grave peligro de un hundimiento derivado de obras mineras antiguas y trabajos recientes realizados por la minera Peñasquito; de acuerdo a lo dicho por protección civil se detectaron 39 viviendas en situación crítica, cuyos habitantes han sido reubicados en su mayoría y alrededor de 93 tienen riesgos moderados, además se detectó un boquete de 5 metros de profundidad por entre 50 y 100 de longitud ubicado a aproximadamente 50 metros de las casas y lo cual se traduce en un riesgo para los pobladores sobre todo en esta temporada de lluvias. Actualmente se han reubicado al Nuevo Salaverna las 39 familias que estaban en la zona de mayor riesgo, 25 fueron reubicadas debido las recomendaciones que hicieron las autoridades estatales y federales, posterior a analizar las condiciones de las viviendas y el riesgo de hundimientos. Estos eventos de defensa ciudadana son el reflejo de que las autoridades y algunos funcionaros corruptos autorizan a su libre albedrío, concesiones y permisos sin importarle el beneficio común. En México el poder económico no tiene posturas que los frenen, en este país en donde hay más de 60 millones de pobres, el dinero es lo único que vale; sin embargo estoy convencido de que esta forma de ver el progreso debe cambiar. Nuestra patria requiere de verdaderos estatistas que vean más allá de sus narices y que tengan el temple necesario para fijar nuevas reglas de trato a los poderosos de la economía; la propuesta es sencilla: los del poder en México deben conciliar la ambición de riqueza con el cuidado del ambiente, con la protección de los derechos humanos, promover una justa distribución del patrimonio común para el beneficio colectivo. México necesita líderes genuinos de las causas sociales ya basta de malinches con suerte que solo trabajan por su beneficio y el de sus familias; el cambio depende de nosotros. Ojalá.■

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*Representante de Zacatecas ante el
Consejo Consultivo Nacional para el Desarrollo Sustentable
[email protected]

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