La Reforma Migratoria aprobada por el senado de Estados Unidos, permitirá la regularización de los migrantes de manera legal, lo que beneficia a 6.5 millones de mexicanos, pero a la vez promoverá una postura antiinmigrante con las medidas de seguridad que plantea para la zona fronteriza, afirmó Miguel Moctezuma Longoria, docente investigador de la Unidad Académica en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Según explicó, la reforma plantea que los trabajadores temporales, llamados ahora “trabajadores”, que aluden a visas de trabajo, sean más vigilados por parte del gobierno mexicano en términos de sus derechos laborales.
Además, de acuerdo a la reforma, los patrones se van a sujetar a la ley laboral, lo que significa que dejarán de realizar prácticas en periodos en los cuales los patrones, en lugar de pagar a los trabajadores migrantes, los expulsaban.
“Ese aspecto en la reforma es positivo porque, a pesar que México no hizo trabajo de cabildeo en el terreno de tener un mayor control de los trabajadores temporales, es algo que los propios creadores debatieron y lograron sacar adelante”, indicó el académico.
Un punto que no es muy favorable en la reforma pero que era necesario, agregó Moctezuma Longoria, es la posibilidad de que haya técnicos que se puedan regularizar rápidamente en Estados Unidos por su capacidad en el área de las tecnologías de la información y disciplinas de conocimiento como la Física.
Sin embargo, la reforma migratoria contiene aspectos negativos, entre ellos, la aprobación de un presupuesto muy alto para sellar la frontera, lo que no significa solamente que se construyan bardas o mejorar la vigilancia y equipo tecnológico para descubrir cruces fronterizos, sino que implica la promoción de una política de discriminación en Estados Unidos.
“Las fronteras separan a los pueblos, y ésta no es una frontera de piedras, ladrillos o cemento, es una frontera social que discrimina y que no únicamente va a frenar la migración, sino que al interior de ese país se van a incrementar las posturas radicales en contra de los inmigrantes”, explicó.
La aprobación de esa reforma muestra, desde su punto de vista, que México ha sido el único país, a diferencia de Corea, China o la India, que no intervino en las negociaciones respecto a la situación de los trabajadores especializados en tecnología, mucho menos de los trabajadores de la construcción ni de servicios.
El gobierno mexicano, dijo, pudo establecer negociaciones con los rancheros para que estos a su vez influyeran en las decisiones de sus representantes en el Senado o el Congreso, pero no lo hizo.
Moctezuma Longoria manifestó que aun se pueden hacer muchas cosas, como por ejemplo difundir que en la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de sus consulados es posible hacer los trámites para la doble nacionalidad de los menores, a fin que no sean dados en adopción en caso que sus padres sean expulsados de Estados Unidos,
Por último, el investigador advirtió la posibilidad que la Cámara de Representantes modifique la reforma migratoria aprobada por el senado y que al final su contenido sea mucho más conservador o peor aún, es posible que el presidente Barack Obama la vete y que no haya una reforma.
Ante esa situación, manifestó la necesidad de que Gobierno federal intervenga, porque resulta lamentable que el presidente del vecino país del norte se haya visto más interesado en los inmigrantes mexicanos que el propio gobierno de México.
