El agua, desde los orígenes del hombre, ha sido siempre, lo es y lo seguirá siendo, elemento vital para el desarrollo de todo tipo de actividades productivas y los esfuerzos que las autoridades (federales, estatales o municipales) han hecho año tras año, se reflejan en el buen servicio a quienes hacen uso de este vital líquido y sobretodo que respetan a la autoridad que en las tradicionales asambleas ellos mismos elijen y que están al corriente de los pagos.
En el estado de Zacatecas, es ya un porcentaje significativo de comunidades (el 95 por ciento) que gozan de este elemental servicio para el buen desarrollo de sus actividades productivas, aunque existen otras en las que la irresponsabilidad y el paternalismo tal parece que han unido sus fuerzas para ponerle diques al crecimiento y desarrollo. Un ejemplo claro es la cultura del “no pago” que los usuarios del agua en el pequeño pueblo de Plateros aplican desde hace ya unos 15 o veinte años, quizás más. Una manera temeraria de poner trabas para que ese lugar, considerado como el tercer centro turístico religioso después de San Juan de Los Lagos y la Villa, allá en la ciudad de México, no avance ni se encuentre “aunque sea” en vías de desarrollo.
En estos últimos días, semanas o meses, este pueblo y sus habitantes, han estado en la mira, en el ojo del huracán debido a las dificultades que afrontan, principalmente quienes han estado al frente del comité de agua potable, ya que se arrastran enormes deudas con la Comisión Federal de Electricidad, generadas por esa negligencia de usuarios que aún a sabiendas de que deben, de que están retrasados en el pago de sus recibos del consumo del agua, se niegan a pagar y se atreven, además, a acusar a quienes hacen el esfuerzo para llevar bien las riendas del comité, de malgastar un dinero que no tienen porque no hay pagos, un dinero que no han recibido.
Existen en esa comunidad, personajes como José Luis Ramírez García, quien fuera destituido de su cargo como presidente de dicho comité del agua potable y que al abandonar el cargo, se llevó consigo información valiosa contenida en la base de datos; Afectados de esta comunidad, mencionan también a personajes como Leobardo Ramos Ortíz, José Velázquez Morales, José López Palache, Abelardo Escareño Saucedo, solo por citar algunos, que deben recibos que van desde los mil pesos hasta cantidades superiores a los tres mil pesos y así se podría mencionar a más personas.
Aquellos habitantes, padres de familia, han señalado que el problema por el que atraviesan no lo van a solucionar las autoridades municipales o estatales, la solución está en la concientización de aquellos que deben y que a pesar de ello se niegan a cumplir con sus pagos. Sería muy fácil pensar que si ahora destituyen, quitan o cambian a quienes están enfrentando el problema, todo volverá a la normalidad y que el agua llegará en grandes cantidades a las casas, a los comercios, al santuario del Santo Niño de Atocha. Si no existe responsabilidad en todos esos que no quieren pagar, el problemas continuará y aquellos que sí van al corriente en el reembolso correspondiente, seguirán padeciendo el desabasto del agua “gracias a esa irresponsabilidad” de aquellos que alguna vez, algún político les enseñó a no cumplir con sus compromisos como Dios manda. Si el pueblo no responde, no habrá solución, si no hay unidad y organización entre la sociedad misma, la solución no la van a llevar ni Gobierno estatal ni el Gobierno municipal. La solución está ahí y ellos mismos tendrán que reconocerlo.
A donde irán a parar esos 50 pesos que anduvieron pidiendo de cooperación, personas ajenas al comité de agua potable? Es realmente grave lo que está viviendo la comunidad y a niveles mayores y en muchas partes de México y del mundo, el número de personas que está sufriendo el problema de la escasez del agua urbana va en aumento, no sólo debido al crecimiento de la población urbana, sino también como consecuencia de las dificultades financieras de las compañías encargadas del suministro de agua. Existen seres humanos que no entienden que deben de pagar por los trabajos que estas compañías tienen que realizar para dar un servicio eficiente del agua potable. El agua debemos de verla como un don de la naturaleza, como un recurso natural no renovable. Y entender que el desarrollo de los pueblos ha estado estrechamente vinculado con el agua, ya que éste es un factor importante en la selección de sitios para ubicar plantas generadoras de empleos o centros como este pequeño poblado en el que la mayoría de sus habitantes viven del turismo estatal, nacional y extranjero, aunque ya va en decadencia debido a un buen número de razones, una de ellas, la falta de unidad y de solidaridad entre los mismos habitantes.
Deben de tener siempre en la mente que el agua promueve o desincentiva el crecimiento económico y el desarrollo social de una región. También afecta los patrones de vida y cultura locales o regionales, por lo que se la reconoce como un agente preponderante en el desarrollo de las comunidades. En este sentido, es un factor indispensable en el proceso de desarrollo regional o nacional.
Aunque el agua potable en el estado de Zacatecas llega ya al 95 por ciento de la población, los estudiosos señalan que el destino de la humanidad está en peligro; las previsiones menos pesimistas nos señalan que para el año 2025, al menos la mitad de la humanidad sufrirá algún estrés por la falta de este líquido vital.
Aquellos que en cualquier parte del estado, del país tengan adeudos con este servicio, deben de “ponerse a mano”, o ustedes que opinan? Plateros no se merece eso. ■
Nos veremos en la próxima entrega.
