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jueves, 28 marzo, 2024
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¿Por qué no creo en la política, en los políticos, ni en los partidos políticos?

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Por: JOSÉ HUERTA MENDOZA •

Por qué no creo en la política?: Porque en la actualidad hemos llegado a la conclusión de que no podemos ni debemos de confiar en ella, porque a ésta la han hecho obsoleta y corrompida nuestros políticos.
¿Por qué no creo en los políticos?: Porque los elegidos sólo responden a sus intereses, a los intereses de su grupo y a los de su partido y de ninguna manera a los intereses de los ciudadanos que los eligieron; porque hemos escuchado de su parte tantas mentiras y falsas promesas de campaña, que hoy en día le creemos más a “pinocho mentiroso”, que a todos ellos.

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Los políticos mexicanos se encuentran muy devaluados; ya nadie cree en ellos, en razón de que no tienen otro ideal más que el dinero; no creo en ellos porque carecen de civismo y nacionalismo; porque acabaron con la tradición política mexicana tan notable en la historia de Latinoamérica; porque la mayoría de ellos, según algunos analistas, son corruptos; porque les falta mucho para ser personas honorables, intelectuales y eruditos; porque a la mayoría le falta preparación académica, trabajo social, administrativo y político; porque sólo saben vivir del erario y la mayoría de ellos no serían capaces de devengar el salario mínimo, porque no saben hacer nada; porque muchos de ellos son gente sin moral, sin ética; porque en su mayoría sólo ocupan el fuero para no ser procesados por los desmanes que cometen; porque no le rinden cuentas a nadie; porque con ello se burlan del pueblo a quien deben de servir y no servirse; porque no necesitan cultura alguna para llegar a ese cargo, y sí deben de tenerla; porque cuando se van dejan temblando las finanzas públicas.
¿Por qué no creo en los partidos políticos?: Por el monopolio que tienen sobre los cargos de elección popular; aunque ahora, en nuestro estado ya existe la figura política a través de los candidatos independientes, pero que se batalló bastante para que el IEEZ los reconociera como tal; porque son organizaciones políticas que sólo buscan su beneficio personal; porque ninguno de ellos se preocupa por el bien de México; porque todos ellos son entes que viven a expensas de nuestros impuestos; porque todos ellos están agotados, desacreditados y rebasados por la sociedad civil.

Nuestros partidos políticos, como nuestros políticos, en la actualidad se han convertido en una costosa maquinaria de parásitos inútiles que tenemos que mantener.
Actualmente están compitiendo en nuestra entidad políticos segundones que no valen un comino, cuando en realidad necesitamos candidatos mejor preparados que logren sacar del colapso financiero en que se encuentran nuestras instituciones que están en disputa en las próximas elecciones del 7 de julio.
¿Hasta qué punto tenemos confianza en los partidos políticos?: Según un informe publicado por la Organización Transparencia Internacional (TI), los partidos políticos son considerados organizaciones corruptas por 68 por ciento de los ciudadanos del mundo.
En nuestro país el promedio de confianza en ellos fue de 41.5 por ciento en una escala del 0 a 100 puntos, según fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP. La Administración Pública y el Poder Legislativo les siguen de cerca con 63 y 60 por ciento, respectivamente.
Los políticos que ahora tenemos son sólo consecuencia de nuestro sistema político inmoral y todo aquel que entre a este circulo de corrupción, terminará corrompido y convertido en un parásito más de nuestra política.

Este círculo vicioso seguirá reinando en nuestro país mientras continúe vigente nuestro sistema político; por tal motivo, para que podamos volver a creer en la política, en los políticos y en los partidos políticos, lo que debemos de hacer es renovarlo y en ese contexto eliminar toda la corrupción que exista dentro de este sistema, y en esa virtud levantar los cimientos para crear uno nuevo, el que de sobra sabemos que nunca será perfecto, pero cuando menos que sea un poco decente.
Los políticos que tenemos ahora en puestos de elección popular, están ahí porque los elegimos, por lo que en razón de ello no nos quejemos de su ignorancia, ineptitud e incompetencia y otras cosas; porque cuando votamos por ellos jamás nos preocupamos en averiguar sus antecedentes, su preparación académica, administrativa y política, y en esa virtud darnos cuenta de si estaban o no preparados para dicho cargo y en razón de ello nos equivocamos; tal vez votamos por ellos por amistad, por simpatía o por su cara, por lo que en razón de lo anterior, debemos de ser más cuidadosos en esta nueva elección del 7 de julio próximo y reflexionar un poco antes de emitir nuestro voto, y en razón de ello, votemos por el mejor preparado, por el mejor proyecto político y de ninguna manera por el color del partido, por simpatía o amistad, en razón de que ahora la política, según algunos analistas, no es más que el medio legal para saquear las arcas del pueblo.

La mayoría de los ciudadanos entendemos ahora que el daño social que la política, los políticos y los partidos políticos nos hacen cada tres y seis años, por su comportamiento, éstos son innecesarios para la sociedad moderna, en razón de que jamás nos han resuelto los problemas que aquejan al ciudadano y a la sociedad, toda vez que se ha comprobado que muchos de los políticos no tienen capacidad técnica ni intelectual para resolverlos ¿o será que no quieren hacerlo por su conveniencia? ■

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