En la actualidad existen muchas mujeres que por alguna razón no cuentan con una pareja masculina que les haga compañía y sobre todo sea un respaldo. Algunos pocos casos lo habrán decidido conscientemente, en otros casos no fue así y son madres solteras, o tuvieron posterior al matrimonio una separación (divorcio), o la pareja se encuentra trabajando en otro estado o país, o quedaron viudas, incluso algunas están solas porque su pareja está encarcelada por algún delito, entre otras diversas razones.
En el Día del Padre no pude evitar pensar en muchas de esas mujeres que mencionamos y que enfrentan desafíos dobles al ser el único soporte de sus hijos, que sin ayuda de un varón tienen que preparar a sus hijos a diario, darles de almorzar, vestirlos, llevarlos a la escuela, ir por ellos a la misma escuela o con quien tengan que encargarlos, hacer tarea con ellos o por lo menos revisarla, asearlos, darles de cenar y dormirlos. Otras actividades aparte de las citadas como comprar y cargar garrafones de agua, tener que cambiar el tanque de gas, comprar y cargar solas las compras del súper, llevarlos al parque, comprar medicinas cuando se enferman, procurar y dar mantenimiento a su vehículo (si tienen fortuna de tenerlo), llevarlos a que realicen algún ejercicio, pagar gastos de la escuela a sus hijos y en general, sostener la casa con todos los problemas que ello implica. Todo lo anterior, sin dejar de tener y conservar un trabajo, teniendo que adoptar una postura seria y rígida el tiempo que están con ellos para educarlos adecuadamente, cuando quisieran llegar a casa después de un día cansado, únicamente a darles amor y consentirlos.
Un gran número de mujeres hacen labores en las cuales por lo general, deberían contar con la ayuda de un varón. Algunas afortunadas tienen familiares, principalmente mamás o hermanas, que les apoyan y les aligeran la carga, pero otras muchas no sólo no tienen el apoyo de familiares, sino que están lejos de ellos, o los tienen cerca pero los prejuicios o enconos personales, hacen que sean juzgadas por los errores cometidos y enfrentan cargas emocionales enormes que afectan directamente a la calidad de la educación y amor que le dan a sus hijos.
Algunas de manera admirable dejan de lado todos sus deseos, gustos y sentimientos por no limitarles nada a sus hijos. Otras teniendo un desempeño admirable se castigan mentalmente creyéndose a sí mismas como “mala madre” o cuestionándose reiteradamente todo lo que hacen, especialmente si son de las que han sido juzgadas o que hayan tenido presión sicológica de alguien que pretende hacerlas sentir precisamente así. Para la mayoría de esas madres admirables es complicado pedir a los abuelos de sus hijos que les ayuden a tener mano dura con ellos o también pedirle a los papás, que hacen presencia de manera intermitente, que no sean consentidores. Los abuelos sólo quieren consentir a sus nietos y los papás que no están todo el tiempo con sus hijos, regularmente pretenden dar a través de regalos, todo ese cariño que saben no dieron por no estar cerca de ellos. Las mamás, por lo tanto, deben ser fuertes para no darles todo, sabiendo que les hacen un mal a futuro.
El Día del Padre deberíamos dedicarlo también fácilmente a algunas mujeres que hacen el doble esfuerzo para sostener a sus hijos y me atrevo a decir que hay mujeres excepcionales que de paso sostienen o llevan de lastre a su hombre y aun así sacan a flote a su familia. La invitación, querido lector, como siempre lo es en mis artículos, es que valoremos lo que tenemos y que regularmente olvidamos por andar pensando en frivolidades, cuando hay personas en condiciones muy desfavorables y con necesidades graves de subsistencia diaria. Y que quienes tengamos oportunidad de ayudar, no esperemos que el gobierno resuelva los problemas de todas esas madres solteras y nos comprometamos a ayudar también con ropa que no usamos, quienes son profesionistas con asesoría legal o medicina, con implementos básicos que mejoren su calidad de vida, con apoyos para la escuela e incluso sólo con aliento y valoración para ayudarles a seguir adelante con esa difícil tarea que tienen. No van a necesitar buscar lejos, sólo volteen con atención a cualquier lado donde se encuentren y encontrarán una situación así. Grandes hombres y mujeres han salido de una familia donde el único soporte fue una madre admirable. No dejemos que queden en el olvido. Gracias por su atención nos vemos la próxima semana. ■
